El pasado miércoles 17 después de las 19 horas, en el salón de actos del recuperado Hospital Israelita (Terrada y avenida Gaona), se produjo la fundación de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que integran las cooperativas de cartoneros, costureros, de vivienda y mantenimiento, y los trabajadores de las empresas recuperadas.
Gustavo Vera, por la cooperativa textil La Alameda, Luis Caro por el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas por los Trabajadores (MNER), Emilio Pérsico por las cooperativas del Movimiento Evita, Juan Grabois por los cartoneros del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), fueron quienes desde el escenario dirigieron la fundación de la CTEP donde confluyeron delegados, trabajadores y militantes de las distintas organizaciones sociales, quienes votaron a mano alzada por unanimidad la siguiente declaración que deja fundada la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular en el marco del movimiento obrero organizado y por ello que la primer movilización en conjunto se votó para el 20 de diciembre hasta la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT) para solicitar ser admitidos dentro de su estructura orgánica.
“La fragmentación social, económica y organizativa de la clase trabajadora ha abierto una brecha que atenta estructuralmente contra la unidad del movimiento obrero y la dignidad de los trabajadores.
Pese al fuerte avance del sector laboral en la distribución de la renta nacional durante el período 2003-2011, existen inequidades estructurales que obstaculizan el progreso de los trabajadores en su conjunto e impiden que dicha distribución se transforme en dignidad para todos.
Así, más de un tercio de la fuerza de trabajo se encuentra sometida a condiciones de precarización, el 20 por ciento de los trabajadores concentran el 80 por ciento de la masa salarial, casi un millón de jóvenes del pueblo no estudian ni trabajan, millones de familias trabajadoras viven en villas y asentamientos sin la más elemental infraestructura social.
Como se ve, estas inequidades no sólo se expresan en términos de ingreso: los sectores postergados se encuentran en gran medida excluidos de una serie de bienes y servicios sociales que constituyen el piso mínimo de bienestar compatible con el estado de derecho y justicia social que consagra la constitución nacional.
Por otro lado, en las últimas décadas han emergido nuevas formas de explotación y otras que parecían superadas han reverdecido, reduciendo a miles de compañeros a condiciones que llegan hasta la esclavitud y permitiendo la acumulación de riquezas de sectores mafiosos que se sirven de nuestros hermanos más vulnerables.
En el mismo sentido, la penetración de la cultura consumista e individualista propia de los centros capitalistas mundiales en nuestros barrios pobres ha deshilachado el tejido de solidaridades dejando un tendal de vidas destruidas por drogadicción, alcoholismo y violencia social.
Son estas algunas de las manifestaciones de la falta de proyectos de vida y la frustración que genera la imposición de metas culturales foráneas, inaccesibles, banales y totalmente contradictorias con lo mejor de nuestra cultura y tradiciones populares.
Como reacción a estos fenómenos, desde el subsuelo de la Patria, organizaciones sociales de las tendencias más diversas se han enfrentado a la degradación neoliberal, levantando la bandera del trabajo y la solidaridad como proyecto colectivo.
Fábricas recuperadas, cooperativas de cartoneros y costureros, cuadrillas de infraestructura social y mejoramiento ambiental, centros comunitarios, ligas de campesinos, entre otros, se fueron convirtiendo en la última barrera contra el imperio de la miseria, la violencia y el paco que se cierne como una plaga en las periferias urbanas.
En este proceso, se fue creando un sector socio-laboral, la economía popular, que busca –en la organización, en el trabajo, en la lucha- recuperar la cultura del trabajo y la solidaridad, y así contribuir a la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria.
Conscientes de que la consolidación de este sector, parte esencial del movimiento obrero, requiere la construcción de una organización unitaria, confederal, amplia y fuerte, resolvemos:
Promover la conformación de una organización de naturaleza puramente social, independiente de todos los partidos políticos, representativa de los trabajadores de la economía popular y sus familias.
Promover, sobre la base de las organizaciones presentes y convocando a las existentes, la conformación de la Federación de Trabajadores de Cooperativas de Reciclado, la Federación de Trabajadores de Fábricas Recuperadas, la Federación de Trabajadores de Cooperativas Textiles, la Federación de Campesinos en Consorcios y Cooperativas Agrarias, y de todas aquellas ramas o actividades susceptibles de adoptar formas organizativas autónomas o semi-autónomas.
Darle a dicha organización carácter confederal e incorporarla dentro del movimiento obrero organizado, solicitando a la Confederación General del Trabajo (CGT) su admisión dentro de su estructura orgánica.
Establecer como ejes de la organización:
1) La ampliación, profundización y perfeccionamiento de los programas de empleo social masivo.
2) La aplicación a escala nacional de la nueva ley de quiebras para la recuperación de todas las fábricas vaciadas por sus patrones.
3) La reproducción del sistema mixto estatal-cooperativo de separación en origen de los residuos sólidos urbanos y su reciclado con inclusión social.
4) La conformación de polos textiles cooperativos como alternativa al trabajo esclavo en la industria textil.
5) La conformación de polos agrarios cooperativos como alternativa al trabajo esclavo en el campo.
6) La promoción de políticas públicas de incautación de bienes provenientes del crimen organizado para su reutilización social.
7) La construcción de un sistema sanitario específico para los trabajadores de la economía popular con eje en la atención primaria de la salud y el mejoramiento de la red de salud pública.
8) La lucha contra todas las formas de explotación infantil y la creación de programas de contención de los niños explotados.
9) El fortalecimiento de las redes de comercialización e intercambio entre las organizaciones de la economía popular.
10) La promoción de la sindicalización de todos los trabajadores del sector dentro de las organizaciones gremiales existentes en cada industria.
Dar mandato al Consejo Promotor avanzar en la construcción de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular y convocar al acto fundacional para el 20 de diciembre.