El diario La Prensa publicó este lunes el siguiente artículo:
Nancy Miño Velázquez, quien se encuentra refugiada en la Fundación Alameda tras ser amenazada de muerte, adelantó que se cobra hasta “50.000 pesos de coimas para no rescatar a una menor”.
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, recibirá en audiencia a la agente de la Policía Federal que denunció en la Justicia la presunta existencia de una red de prostíbulos que pertenecerían a jefes y efectivos de la División Trata de Personas de la fuerza pública.
Así lo informó el dirigente Gustavo Vera, de la cooperativa “La Alameda”, en donde estos días se encuentra viviendo la policía que hizo la denuncia, Nancy Miño Velázquez, bajo la custodia de efectivos de la Gendarmería Nacional.
“La audiencia será en las próximas horas y en un lugar que no estamos autorizados a revelar”, dijo Vera a esta agencia.
El dirigente social también contó que “ayer recibimos un llamado telefónico en La Alameda y una voz de hombre dijo: ‘Avísenle a Nancy que si sigue denunciando a la Federal la vamos a cagar a tiros'”.
Miño Velázquez, de grado auxiliar de segunda y que solía trabajar de civil como agente encubierta infiltrándose en las redes de explotación sexual de mujeres y realizando tareas de inteligencia, hizo su denuncia la semana pasada en la Justicia Federal.
“Tenemos casos de policías que eran regenteadores de prostíbulos. El subinspector Ojeda Mercado, numerario de la División Trata de Personas pero en comisión, dijo que el titular de la división, el comisario Jorge Osvaldo Fernández, es regenteador de dos o más prostíbulos en la provincia”, dijo la mujer.
También confió que Ojeda Mercado y “el cabo femenino Miriam González, que era de la División Trata de Personas, pero en octubre de 2008 fue mandada en comisión a la comisaría quinta” en dos oportunidades, le propusieron “regentear prostíbulos en Capital Federal”.
Además denunció que en la División Trata de Personas “siempre se desestiman las denuncias de prostíbulos en la Capital”, el cobro de hasta “50.000 pesos de coimas para no rescatar a una menor”.
“Todos los prostíbulos tienen un precio. Hay que pagar coimas a la comisaría de la jurisdicción, a Delitos contra la Salud, a la gente de drogas y al Gobierno de la Ciudad que con sus inspectores se encarga de controlar el lugar… los matafuegos…”, agregó.
La mujer, nacida en Paraguay y con 18 años en la fuerza, aseguró incluso que le tocó realizar un operativo de inteligencia en un prostíbulo del partido bonaerense de Quilmes “a la vuelta del domicilio del ministro Aníbal Fernández”, pero lamentó que después “cuando se hizo el allanamiento ya no estaba una chica que yo había detectado en avanzado estado de embarazo”.
Miño Velázquez aseguró que en su denuncia penal mencionó, entre otros superiores suyos, a “el comisario inspector Cipolla, el comisario mayor Poggio, el comisario general Santiso… quiero creer que el subjefe y el jefe de la Policía Federal todavía mantienen la confianza”.