Fuimos protagonistas desde el primer día, junto a las organizaciones sociales y sindicales que han estado a la altura de la circunstancia, de la resistencia a las políticas de hambre, ajuste y endeudamiento del gobierno cipayo que encabezó Mauricio Macri.
Fuimos constructores de unidad en cada rincón de la Patria en donde hemos podido ayudar a articular con solidaridad y compromiso a hombres y mujeres de este pueblo que todos los días dejan la vida por el prójimo.
Hoy tenemos el orgullo de sabernos parte de un pueblo que resistió y luchó; que con inteligencia colectiva logró forjar desde la unidad social, la unidad política y hoy festejamos haber derrotado en las urnas al proyecto neo liberal y haber recuperado los resortes del Estado para ponerlos al servicio de combatir el hambre, defender la soberanía y afianzar la democracia.
Son tiempos complejos, en un país con su economía paralizada y una deuda impagable y en una región donde no viene habiendo buenas noticias para los pueblos. El imperio acecha, los cipayos también.
Por eso acompañamos la misa del domingo 8 de diciembre en Luján, donde la Iglesia convocó a oficialismo y oposición con un llamado fuerte a preservar la paz, la unidad nacional y a trabajar por la Patria. “Todos somos conscientes que lo que viene, lo que ya estamos viviendo en el mundo, en nuestra América Latina, no es fácil. Y para seguir construyendo esta Nación bendita necesitamos de todos, nadie sobra en esta construcción. Si algunos viven tomados por el resentimiento y el odio corremos el riesgo de ser funcionales a intereses que ciertamente no buscan el bien común”, planteó el Obispo de Luján Jorge Scheining.
Ya el 10 de Diciembre, con la alegría a flor de piel, compartimos junto a los miles y miles que desde temprano nos concentramos en el Congreso de la Nación y luego marchamos a Plaza de Mayo, una jornada inolvidable. Este fue un día histórico, este fue un logro del pueblo.
También participamos con mucha emoción en el acto de Jura de los Ministros del nuevo gabinete nacional. Allí fue invitado nuestro compañero Gustavo Vera.
El proyecto neo liberal, neo colonial que llevó adelante el gobierno saliente nos trajo dolor, hambre, degradación, endeudamiento. Fue derrotado, por el pueblo, en las urnas. La alegría y la esperanza deben ser nuestro motor. Ese combustible lo debemos poner en el compromiso de consolidar la unidad, priorizar a los más débiles, cuidar la Patria, defender nuestra soberanía ante todo y pensarnos de una vez y definitivamente como una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.