JOSÉ PEDRO POTOCAR Y GUILLERMO CALVIÑO

Guillermo Calviño, jefe de los federales que fueron traspasados a la Ciudad a principios de 2016, fue despedido de la Policía de la Ciudad, luego de varias acusaciones que arrastraba y ante las denuncias que el diputado porteño de Bien Común y titular de La Alameda, Gustavo Vera, le hizo cada vez que sesionó la Legislatura o que lo entrevistaron. 

“El Gitano”. Así lo llaman a Guillermo Calviño en la Policía Federal. “Viejo tiburón de la PFA” lo calificaron sus denunciantes. 

A quién se le atribuye haber provocado su expulsión en marzo de la superintendencia de la Policía de la Ciudad es al legislador porteño de Bien Común y titular de la Alameda, Gustavo Vera, quien lo denunció en cada sesión o reportaje sobre la inseguridad.

Calviño fue el primer jefe policial elegido por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cuando se produjo el traspaso de los policías federales a la Ciudad. 

 

Asumida la gestión de Mauricio Macri se produce una promesa de campaña que era el traslado de las 54 comisarías de la Policía Federal a depender ya no de Presidencia sino directamente del alcalde de la Ciudad.

Por ello se traspasa la Superintendencia de Seguridad Metropolitana que comandó “El Gitano” Calviño durante un año.

EL MEMO QUE DISPUSO LA BAJA DE CALVIÑO EN LA FUERZA

Sus causas penales en curso y un “escrache” de efectivos en septiembre del año pasado en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP) de la por entonces Policía Metropolitana le impidieron llegar a la Jefatura de la flamante Policía de la Ciudad. No se le podía poner a la nueva fuerza un cuestionado en la Justicia ni alguien que fuera criticado tan abiertamente por sus subordinados.

Gustavo Vera recordó en cada sesión de la Legislatura porteña o ante cada reportaje las tres causas penales en las que estaba siendo investigado “El Gitano”.

A lo largo del 2016 Rodríguez Larreta tuvo que soportar que Calviño sea citado a indagatoria y se lo sospechara en la Justicia de proteger policías corruptos, de haber protegido la fuga de un barra de Boca Juniors que se dedica al secuestro extorsivo y de haber liberado la zona en el Bajo Flores para un enfrentamiento armada entre la misma mafia de La Doce que terminó en un asesinato en el 2013.

Calviño fue jefe de quien después sería su jefe. Con José Pedro Potocar hicieron un enroque. La vieja estructura de la Federal creía que podía reciclarse en la Policía de la Ciudad. Esto fue posible sólo por algunos meses. En marzo el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, firmó la baja sin goce de sueldo del “Gitano” y un mes después caía preso Potocar.

ORDEN QUE DESIGNABA A CALVIÑO COMO SUPERINTENDENTE

En las tres causas penales más complicados Calviño contó con el beneficio de la falta de mérito, o sea no había más pruebas recolectadas parea seguir investigándolo.

Sin embargo no pudo zafar del rechazo político y así fue eyectado del cargo jerárquico de la Policía de la Ciudad.

 

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