Maximiliano Acuña hace un año perdía sus piernas tras el impacto de un auto mientras estaba recolectando residuos. Desde entonces el gremio lo respaldó en su rehabilitación, impulsó una ley por los recolectores, lo llevó al Vaticano a una misa con el Papa Francisco y ahora pelea para que este día se pague el doble.
La emoción fue total. Maxi es un milagro en vida. Cinco transfusiones, tres paros cardiacos y al tercer día despertó.
Eso fue hace un año y desde entonces hubo muchas acciones que resumen la historia de Maximiliano Acuña, este recolector de residuos padre de familia, que perdía las piernas en plena avenida Juan B Justo esquina Vera, en el barrio porteño de Villa Crespo.
La filmación en su homenaje muestra como quedó el auto tras impactar en Maxi en la madrugada del 22 de marzo de 2017. Luego fotos con sus familias, en marchas, el momento de la votación de la ley del recolector y Maxi junto a la delegación de Camioneros con el Papa Francisco. “Le pedí al Papa pararme devuelta porque llegar al Vaticano con una prótesis era lo que quería después de todo lo que pasé y fue posible porque creo en Dios”, aseguró Maxi en un video filmado en las puertas del Vaticano que cierra con Bergoglio diciendo “vos sos un ejemplo para todos”.
Hugo Moyano, secretario general del Sindicato de Chóferes de Camiones, empezó emocionado su discurso. “Es un día muy especial. Quien no se conmueve con lo sucedido a nuestro querido compañero que estuvo a punto de dejarnos pero nosotros no quisimos que nos deje. La fortaleza que él tiene no la trasmite a nosotros. Cada vez que hablo de este tema y lo veo me emocionó”.
Y para Hugo “la fortaleza de este compañero es impresionante, él nos trasmite fortaleza, de seguir adelante, de mantener a su familia, nosotros necesitamos de esa fortaleza para seguir luchando”.
Al cierre de su discurso Moyano adelantó que estamos “intentando que el día barrendero y recolector se pague el doble, porque éste compañeros nos da la fuerza necesaria para lograrlo”, aseguró y abrazó a Maxi Acuña.
El titular de la ong Alameda y ex legislador, Gustavo Vera, recordó cuando conoció al recolector homenajeado.
“El 14 de junio del año pasado en el Vallese (salón de la CGT) estábamos homenajeando a un héroe olvidado, el cura Mauricio Silva, que se cumplía 40 años del cura barrendero desaparecido que pudo haberse ido del país pero que eligió quedarse por los trabajadores, sabiendo que lo podían matar, y ese día que recordamos a un héroe conocimos a otro héroe. Por eso tenemos una conexión mística, que va más allá de nosotros, fue ese día”.
Luego Vera recordó el llamado del Papa a Maxi. “Es muy raro que en dos horas llame inmediatamente, cuando recibe 4 mil cartas por día, y ese día que presentamos el proyecto de ley lo llamó e invitó al Vaticano. A las semanas el proyecto se convirtió en ley por unanimidad”.
Entonces, el ex legislador considera que “Maxi es un ejemplo del movimiento obrero para nutrirnos en momentos difíciles que vive la patria. Este movimiento obrero que además de columna debe ser cerebro para organizar otra vez la Nación”.
El secretario gremial de Camioneros y trabajador del sector de recolección se mostró emocionado en todo su discurso.
“Aprendemos nosotros de él. Es muy difícil ir a hablarle al compañero en la situación de internación. Yo perdí un ojo y uno se siente un impotente en la vida. En cambio cuando fui a verlo me dio él fuerzas a mí, eso demuestra la clase de persona y cuando llegó agarró su rosario y dijo yo creo en él. Luego vino la posibilidad de Maxi a ir a Roma para estar con el Papa”.
El acto finalizó con placas de reconocimiento para Gustavo Vera por ser autor de la ley del día del recolector, a Maximiliano Acuña “por todo lo que brindó a la actividad y la fuerza”. También recibieron Hugo y Pablo Moyano reconocimientos de los trabajadores a toda su lucha.