“Veníamos en el auto para el acto en la Legislatura y me suena el celular desde un número privado, pensé que era un compañero de laburo. Ahí lo primero que dije es quién habla. ‘El Papa Francisco’, nooo en serio, ‘si soy el Papa Francisco, me mandó una carta un compañero (Gustavo Vera), me emocionó y me llegó mucho la fuerza que tenés'”, contó Maximiliano Roberto Acuña, el recolector de residuos por el que impulsa el legislador porteño de Bien Común, Gustavo Vera, con el acompañamiento de Pablo Moyano y el gremio de Camioneros, que el 22 de marzo quede establecido el Día de Recolector de Residuos.
Maxi como lo llaman todos tiene 31 años, vive en el conurbano en el municipio de Lomas de Zamora, de la provincia de Buenos Aires, es padre de cinco hijos y tuvieron que apuntarles las piernas tras un brutal choque de un hombre que venía bebido y drogado manejando a toda velocidad y que se lleva por delante el camión donde venía Maxi recolectando los residuos.
El llamado del Papa Francisco incluyó algo llamativo que estos días ha inquietado a periodistas y políticos que es el regreso del Papa argentino a la Argentina.
“Le pregunté si estaba en Argentina, porque pensé que estaba acá, y ahí el Papa me dijo que no estaba en Roma, en Italia, y que tenía que ir yo él iba a venir para acá para conocernos y charlar personalmente”, relató Acuña el recolector homenajeado a salón lleno en la Legislatura ante más de 400 trabajadores de la recolección y otro cientos que aguardaron en la puerta de la Legislatura porteña.
Recuerda Maxi Acuña tras el acto, que encabezó junto al legislador Vera y el líder del gremio, Pablo Moyano, que el Papa jesuita le dijo “siempre para adelante, que sos un ejemplo”.
Desde la oficina 206, en el segundo piso del parlamento porteño en el primer día de las vacaciones de invierno, el referente del bloque Bien Común a las 10 horas le escriba a su amigo y referente la historia de Maximiliano Roberto Acuña. Es que anteayer, el domingo por la tarde, Vera había visitado la casa del recolector y de su propia boca escuchó su historia personal y familiar.
Aquí reproducimos textual el mail del legislador porteño al Santo Padre.
En pocas horas habrá un acto con mil quinientos camioneros y la Alameda en la legislatura. Es para presentar el proyecto de ley que declara al 22 de marzo como el día del recolector de residuos. Y es en homenaje al joven de 33 años, Maximiliano Acuña que el pasado 22 de marzo cuando estaba recolectando la basura en Juan B Justo casi esquina Vera fue embestido por un auto a 130 km por hora y perdió sus dos piernas. Maximiliano estuvo internado con pérdida de sangre en gran escala (hubo que hacerle cinco transfusiones) y tuvo varios paros cardíacos. El pronóstico de los médicos era el peor: en el mejor de los casos quedaba en estado vegetativo o con serios daños neuronales y en el peor de los casos era el final. Pero al tercer día, Maximiliano salió del coma y al quinto día ya estaba en sala normal. A las pocas semanas ya estaba en la casa junto con sus cinco hijos y su numerosa familia obrera en la que se destaca el coraje y el empeño de su madre tucumana que me hizo acordar mucho a mi vieja. Cuando Pablo Moyano lo fue a ver y a hacerse cargo de todo el tratamiento (ahora le están preparando dos piernas ortopédicas), Maximiliano no pidió subsidios, ni lloró. Solo pidió trabajo para seguir manteniendo a su familia. Mantiene su buen humor y es un ejemplo de dignidad y amor a la vida.
Ayer estuve en su casa y me contó que en esos tres días inconsciente en los que los médicos lo daban por muerto, Cristo le dijo que tenía que volverse a la vida, que todavía tenía una misión allí y al tercer día regresó. El sábado que viene, a cuatro meses del accidente, cumple 34 años.
Te pido como amigo y como cristiano que le pegues un llamado para saludarlo porque lo merece y porque es un ejemplo en el que se inspiran hoy miles de camioneros que la vez pasada lo homenajearon en la CGT y hoy lo homenajearan en la legislatura. Te mando una foto de ayer tomando mates con su hermosa familia. Su teléfono … Te lo agradeceré mucho.