El Polo Textil que nunca se concretó

ByLa Alameda

Jul 16, 2008

Corporación del Sur compró un inmenso galpón en Barracas destinado a la creación de un Polo Textil con capacidad para 200 costureros que sean rescatados de talleres clandestinos. Las nuevas autoridades del organismo demoraron el avance de obra y ni siquiera visitaron el predio.

Un nuevo Polo Textil que intenta generar 200 puestos de trabajo en Barracas para quienes son víctimas del trabajo esclavo debería haberse inaugurado en marzo de este año, pero a cuatro meses de la promesa gubernamental la obra se encuentra demorada.Así lo informó a NOTICIAS URBANAS Hernán Zunini, coordinador del programa Unidades Productivas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), quien es el responsable máximo del Polo Textil tras el comodato que firmó el ex titular de la Corporación del Sur, Enrique Rodríguez. Las obras en el Polo fueron preinauguradas el 4 de diciembre del año pasado, pero comenzaron en noviembre.

“El plazo de finalización de obra -continuó Zunini, responsable del Polo- eran 90 días. Pero el nuevo Gobierno desde una mirada ideológica rechazaba las cooperativas y la utilización de bienes del Estado para trabajadores. Desde la preinauguración en diciembre hasta marzo las autoridades de Corporación del Sur no realizaban ningún tipo de pagos a la cooperativa encargada de las refacciones. Esperamos igualmente que los funcionarios entiendan del beneficio de esta iniciativa y que en dos meses tengamos el polo en funcionamiento”.

Por su parte, Gustavo Vera, referente de La Alameda, sostuvo: “Las consecuencias del freno al Polo fueron notorias. Los siniestros en los talleres y las clausuras continuaron y el Estado no los asistió pese a que el INTI ya destinó 80 máquinas y cubre los aspectos técnicos como comerciales”.

La postura del macrismo cuando llegó al Gobierno fue otorgar una tregua a los talleristas textiles, a los que se señala desde La Alameda como esclavistas. La ilusión de los funcionarios es que los talleristas en un plazo de meses cumplirían gracias a su asesoramiento con las normas mínimas de higiene y seguridad. Con la tregua desde el Gobierno dieron un gesto de buena convivencia con los poderosos de la industria textil y además el PRO intentó limitar el poder reivindicativo de los referentes del eslabón más débil de la industria de la confección, La Alameda de Parque Avellaneda.

La Legislatura también se involucró en este tema. El jueves pasado se votó por unanimidad el proyecto de la Organización Internacional de los Migrantes (OIM) para la asistencia a las víctimas de trata. La legisladora que presentó por segunda vez el proyecto convertido en ley de Asistencia Integral a las Víctimas de Trata es Verónica Gómez, del partido Socialista.

Consultada por este medio, expresó que con la nueva ley “se dispone al Gobierno a generar o promover emprendimientos de autogestión o relación dependencia para generar una salida a la explotación que existe en los talleres clandestinos. Y otro de los artículos, para mi el más importante, es el que ordena al Gobierno a la protocolización de la asistencia en el caso de que se detecten delitos de trata”, o sea el Ejecutivo debe crear un manual para que los funcionarios sepan trabajar el tema de tráfico de personas con fines de explotación laboral y sexual.

El otro proyecto que Verónica Gómez intentará convertir en ley es sobre las maquinarias secuestradas en la clausura de talleres. “La idea es que con el decomiso de las maquinas de coser sean entregadas en comodato a los trabajadores. Estamos trabajando un texto para volver a impulsar el tema”, adelantó la diputada socialista.

LA ÚLTIMA ESPERANZA

Luego de varios reclamos sobre el Polo, las autoridades cambiaron de postura y convocaron a fines de la semana pasada a una reunión. Del encuentro realizado en la Subsecretaría de Trabajo porteña, en Lima al 200, participó el vicepresidente de la Corporación del Sur, Claudio Ariel Romero; el subsecretario de Trabajo, Jorge Ginzo; y el experto en plan de negocios y nuevas actividades de producción del INTI, Hernán Zunini. Entre los tres comenzaron a confeccionar el reglamento en la fábrica, eso implica los espacios del lugar, los derechos, obligaciones, ingresos y egresos de los futuros empleados.

“Nos falta terminaciones como pintura, revoque e instalación eléctrica en el Polo. Con respecto a los trabajadores que se sumarán se está convocando a La Alameda y el Departamento de Migraciones de la Iglesia Católica. Mientras que Ministerio de Desarrollo Social va aportar financiamiento y sumaremos a los sindicatos y la cámara de indumentaria. Esto es alternativa tanto para las empresas que se quejan por no tener lugares donde tercerizar, para los costureros que vienen de los talleres clandestinos y para diseñadores independientes que se acerquen a Melgar 38, barrio de Barracas”, concluyó Zunini, que será el titular del proyectado Polo Textil por cinco años.

La idea del INTI es que se fabriquen uniformes para el Ministerio de Defensa y guardapolvos para la Dirección de Escuelas bonaerense, que adhirieron al sistema de compras y licitaciones de indumentarias que busca terminar con el trabajo en negro. También podría ser una oportunidad para la potencial nueva policía capitalina.

Una denuncia presentada por los trabajadores de La Alameda, en mayo de 2007, indicaba que una empresa que se dedica a la confección y venta de uniformes para la Policía Federal, la Bonaerense y las Fuerzas Armadas, utilizaba mano de obra semiesclava.

 

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