FOTO: Los talleristas hoy presos en un allanamiento con Gendarmería
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El testimonio de los costureros Mónica y José del año pasado ante el Tribunal Oral Nº 6 fueron clave para lograr la primer condena por trabajo esclavo en la industria textil. Por está causa se logró la detención de los talleristas esclavistas y tratantes, Juan Carlos Salzar Nina y Remedios Flores Alarcón.
Los secuaces de los talleristas siguen intimidando a los costureros que fueron testigos en la causa, y siguen repitiendo mentiras en diversos medios para frenar la ola de denuncias de los costureros como el avance de la justicia sobre la industria textil mafiosa.
Los jueces María del Carmen Roqueta, José V. Martínez Sobrino y Julio Luis Panelo impusieron condenas de seis años de prisión a Juan Carlos Salazar Nina y Remedios Flores Alarcón, de nacionalidad boliviana, y de tres años a Han Ki Gone, Kim Ki Ja y Sung Ho Han, ciudadanos coreanos. También impuso dos años de prisión para Amalia Cancari Nina y Julio Parisaca Cocarico, y uno para Lucio Huaca Calisaya y Esteban Lucana Choque, en tanto fueron absueltos Martín Fernández Llanos y Andrea Mariana Beatriz Reparaz Fiori.
En la causa se investigaron los delitos previstos en los artículos 140 del Código Penal que penaliza la reducción a la servidumbre y 117, agravado por los artículos 120 y 121 de la Ley 25.871 de Migraciones.
El fiscal Horacio Azzolín había pedido condenas de hasta ocho años de cárcel para los principales acusados. Azzolín explicó durante el alegato que los acusados permitieron que las víctimas residieran en el país, muchas veces en forma ilegal, porque les convenía económicamente, ya que no pagaban cargas sociales ni seguros por emplearlos. Asimismo, sostuvo que las víctimas cumplían jornadas laborales de 13 horas, comían en el taller clandestino y algunos alquilaban habitaciones en el mismo lugar, donde estaban hacinados y en condiciones higiénicas deficientes.