Artículo por Gustavo Vera, legislador porteño y titular de la Alameda
Mucho antes que la revista TIME reconociera al Papa Francisco como “El hombre del año”, gran parte de la humanidad ya había reconocido en Jorge Bergoglio a un líder que marcaba la diferencia por el ejemplo y las temáticas que abordaba. En su predicar con el ejemplo, en sus gestos de humildad vuelve a colocar al poder como sinónimo de servicio al otro, asociado al bien común, alejado de la concepción neoliberal del poder que asocia al mismo a una carrera de enriquecimiento y diferenciación social respecto al resto de los mortales.
El poder con Francisco deja de ser una casta aristócratica para transformarse en un acto de servicio al otro. Vinculado a esta resignificación del poder, Francisco rompé el código de omertá que caracteriza a muchas coorporaciones en el mundo actual. Al proponer aumentar las penas contra pedófilos y pederastas, al tomar medidas disciplinarias con sacerdotes de lamentables conductas sexuales o económicas, al cuestionar las irregularidades en el banco del Vaticano el IOR y pedir que la nueva intervención vaya con el bisturí a fondo, Francisco nos está diciendo que la ley es pareja para todos, que el combate a las mafias no sólo se debe dar a escala global, sino también puertas adentro de la Iglesia y que no tiene que haber ningun tipo de encubrimiento al interior de una corporación sea cual fuese. Por último, Francisco con su equipo de 8 cardenales que lo asesoran, instala la concepción del trabajo en equipo, de que es un par entre los pares y que no es infalible.
Desde lo temático, Francisco ha logrado instalar por vez primera en el Vaticano como uno de los ejes centrales del trabajo de la Iglesia la predica constante por un mundo sin esclavos, ni excluídos donde la lucha contra la trata y el crimen organizado ocupa el centro de la escena. No podía ser de otra manera, tratándose de un jesuita orgulloso de la historia de su congregación y sus misiones en latinoamérica, que en su momento fueron ejemplo de resistencia y autoorganización de originarios resistiendo el saqueo y la servidumbre imperial y por ello fueron perseguidos y expulsados de nuestro continente.
También avanza a paso firme en una ecología centrada en el hombre, que priorice el cuidado del planeta, la casa de la humanidad y que cuestione a las grandes coorporaciones económicas que en aras de la máxima ganancia, contaminan y destruyen los recursos naturales. Otro capítulo en marcha, tiene que ver con el aggiornamiento de las concepciones sobre la familia, donde Francisco ha convocado a una encuesta mundial a los millones de católicos para que su voz sea escuchada y se encuentren denominadores comunes y consensuados en la Iglesia mundial.
Como si todo esto no fuera suficiente, Francisco tuvo un rol protagónico en evitar un conflicto armado en Siria que podría haber sido el prologo de una tercer guerra mundial y busca avanzar en la resolución de los problemas más urgentes de la humanidad en base a una cultura del encuento entre los países en aras de buscar comunes denominadores que permitan construir la paz con justicia social.
No hacia falta que Time descubriera que Francisco era el hombre del año. Mucho antes de esto, la mayoría de los católicos y muchísimos no católicos ya lo habían advertido.