Por Gustavo Vera
Se nos fue de repente y sin avisar el día de su cumpleaños, el sábado 1 de diciembre cuando cumplía 31. Una salud delicada, una aguda crisis asmática y un paro cardiorespitarorio se llevaron a nuestra querida y joven compañera Verónica Ferrero que había fundado a principios de año el primer grupo de la Alameda Córdoba. Nos enteramos en medio de un plenario en la Alameda de los trabajadores de SOHO que acababan de conseguir judicialmente la expulsión de la patronal por vaciamiento fraudulento y la total intervención de la firma. Verónica hubiera estado muy feliz por la noticia. Era una creativa diseñadora que lo que más le atraía de la Alameda era su perfil de lucha contra el trabajo esclavo en la industria de la indumentaria, la denuncia a las marcas que basaban su producción en talleres clandestinos y la formación de cooperativas y marcas libres de trabajo esclavo. Pese a que trabajaba muchas horas para ganarse el pan, siempre se daba un tiempo para investigar cuáles eran las zonas de la ciudad de Córdoba donde se explotaban costureros en talleres clandestinos y que marcas estaban involucradas.
Al poco tiempo de sumarse a la Alameda participó activamente de la polémica por la sanción de la ley antiprostìbularia en Córdoba que desató muchos debates. Sin dudar, Verónica defendió el cierre total de los prostíbulos, pese a la fuertísimo presión de algunos grupos que trataban de disfrazar esos antros de explotación como supuesto «trabajo sexual».
Simultáneamente comenzó a formar el primer grupo de compañeros de la regional, quienes se encargaron de investigar las condiciones de la industria de la indumentaria en la provincia y a la vez capacitarse en las leyes y derechos de los costureros. Así confirmamos que el 90 % de los talleres en esa ciudad eran clandestinos y que la mayoría de las victimas eran ciudadanos peruanos traídos con los mismos métodos de trata y engaño que los ciudadanos bolivianos a los talleres bonaerenses y porteños.
Todo esto lo hizo en muy pocos meses. En marzo de este año, me había enviado un mail que decía «Soy diseñadora de indumentaria y me gustaría poder armar en mi cuidad un grupo de trabajo similar a lo que hacen ustedes en capital. Honestamente no se por donde empezar, ni cómo organizarme, pero me parece vital que exista en cba un grupo de gente que denuncie a los talleres ilegales, que asista a las víctimas, y que articule talleres o cooperativas como mundo alameda para ofrecerles a los trabajadores costureros fuentes de trabajo digno, y demostrarle al pueblo cordobés que se puede fabricar ropa sin explotar a nadie. Se que están sucediendo tantas injusticias en el mundo textil que llegó la hora de hablar y denunciar. Conozco hace algunos años el trabajo que realizan ustedes y son una gran inspiración para mi».
La invité a que nos reunamos ese mismo mes para comenzar a trabajar y combinamos una reunión en Buenos Aires. En su mail de respuesta ya se notaba su genuina indignación con la explotación a los costureros y sus ganas de comenzar a construir una alternativa: «¡Muchas gracias por esta oportunidad! Tengo tantas ganas de trabajar y tanta bronca adentro acumulada por todo lo que esta pasando, que si no fuera por cuestiones de trabajo viajaría esta misma noche!».
En los meses siguientes, pese a su juventud e inexperiencia se sobrepuso a los obstáculos y comenzó a formar la regional en Córdoba, reagrupando contactos, armando el primer grupo, difundiendo las denuncias de la Alameda, explorando los barrios donde se explotaban costureros y siempre pensando en cómo armar cooperativas y alternativas de trabajo digno para los costureros. Pocos días antes de la aguda crisis asmática final, Verónica planificaba entusiasmada como reagrupar diseñadores para el próximo cuarto lanzamiento mundial de la marca global y libre de trabajo esclavo, No Chains, impulsada por varias cooperativas. La noticia de su repentina muerte nos paralizó.
Donde quieras que estés ahora, quiero que sepas que te queremos y extrañamos mucho y que vamos a hacer honor a la justa indignación que sentiste por la explotación salvaje de los costureros en tu provincia. Y cuando la Alameda en Córdoba comience a florecer y los costureros empiecen a liberarse de sus cadenas, les contaremos que vos fuiste la que nos alertó y comenzó a generar las primeras iniciativas para terminar con el trabajo esclavo y la explotación de las marcas de indumentaria. Tu ejemplo será para nosotros una fuente de inspiración para continuar aquel trabajo que con tanto entusiasmo y pese a tantos obstáculos, comenzaste a recorrer.
Hasta siempre. Por un mundo sin esclavos, ni excluidos.
Un abrazo muy fuerte para todos
NO EXISTE UNA SOLA PALABRA PARA DESCRIBIR LA PERDIDA, TANTO PARA SUS CERCANOS COMO PARA EL PAIS. NO EXISTE UNA SOLA PALABRA QUE DESCRIBA EL GOLPE TREMENDO QUE SERA LA FALTA DE UNA VERDADERA ARGENTINA PARA ESTA NACION. NO SE SI SIENTO MAS DOLOR QUE BRONCA O MAS BRONCA QUE DOLOR. UN ABRAZO FUERTE Y CALIDO EN ESTE, EL PEOR MOMENTO PARA LOS MAS CERCANOS.
Vero… lastima que te adelantaste en el tiempo…tenias tanto para dar…seguramente desde donde estes seras la guía para continuar la lucha de quienes se conprometen por los demas… hasta cada momento… siempre brillaras en las estrellas de la justicia… un abrazo a tu familia
Vero, te fuiste pronto si poder concretar tus anhelos de justicia. No hay palabras para enmendar tan terrible pérdida. Desde donde estés iluminarás a los demás que como vos quieren una Argentina justa y libre.
Te quiero mucho, Vero.
Vero..hermana lejana, cada vez que nos encontraba el destino a traves
de estos 22 años de amistad, nos sorprendíamos de que, siempre éramos las mismas niñas con los jumpers desgarbados que corrian por la peatonal.. espero que este loco universo nos vuelva a cruzar.. me duele el pecho de tan solo pensar como te nos fuiste así de repente.. te quiero mucho nena , esta vez me va a faltar tú y yo te adoro…