Aquí presentamos la nota publicada hoy en el diario Crónica que se presenta en paralelo a nuestra denuncia penal por los 33 departamentos donde funcionan prostíbulos en el edificio de la Galería Rustique hasta donde marcharemos a partir de las 18 horas.
En el edificio Rustique, ubicado en avenida Santa Fe 1126, funcionan 31 prostíbulos. Los vecinos viven un infierno y temen por la situación, según informa Diario Crónica.
Por Mercedes Ninci
María del Carmen es una abuela de 78 años. No podía dormir por el ruido que hacían sus vecinos del 5º piso del edificio donde vive, ubicado en avenida Santa Fe 1126. Salió al pasillo a pedir silencio y un travesti le aplicó la picana eléctrica en el brazo.
La jubilada está aterrada. En el mismo piso funcionan cinco prostíbulos. Ya ni siquiera puede usar el ascensor porque está siempre vomitado y debe bajar los cinco pisos por escalera.
La historia es una de las tantas que comentan los moradores y los dueños de los locales comerciales de abajo. En total, el edificio Rustique tiene 31 departamentos que funcionan como prostíbulos y otros 30 sospechados de ser utilizados con el mismo fin. Algunos lo bautizaron como “el templo gatero de Capital Federal”. Los vecinos están viviendo un infierno difícil de describir.
“Incendian los tachos de basura al lado de las cámaras de gas para amenazarnos”, comenta Estela, otra de las vecinas. “A una mujer la atacaron con una navaja porque se quejó y la policía no hace nada”, agrega. “Los travestis se pasean en baby doll trasparente, con handy, tienen sexo en la galería de noche y hasta se apoyan en las vidrieras porque los clientes no quieren ir a los departamentos.
Después nos quedan todas las huellas”, comentó con estupor la dueña de un comercio de la planta baja. La mayoría de los departamentos son monoambientes de 25 metros cuadrados con cocina y algunos son dúplex.
El valor de compra es de 70.000 dólares y las expensas oscilan entre 350 y 500 pesos. Por su buena ubicación son usados por turistas extranjeros y en los últimos meses las redes de trata fueron alquilando cada vez más unidades. “En la unidad 209 trabajan menores de edad y ni siquiera las dejan bajar a buscar el delivery de comidas.
Es obvio -comentó otra vecina- que son esclavas y nadie hace nada”. “Ayer la ONG La Alameda se hizo presente en esa unidad y efectivamente comprobó que se trataba presuntamente de menores esclavas, de las cuales dos eran de nacionalidad paraguaya”, agregó.
Si bien desde la avenida Santa Fe el edificio parece un lugar aristocrático, con tiendas de diseño y locales de arte étnico argentino, a medida que uno sube, el ambiente es otro. “Bienvenidos al Edén”, es el cartel que han colgado frente al ascensor en el 9º piso. Ahí también hay cinco prostíbulos. “Al principio, es divertido -comentó un hombre que vive allí- pero después tu cabeza es un taladro.
Tengo todo el tiempo el movimiento de la cama en la pared y no te deja dormir. Si a esto se junta que te amenazan, es un horror”. “En los pasillos, estamos acostumbrados a ver sangre -contó,Guillermina, otra vecina- los travestis se arreglan a cuchilladas”, concluyó.