La deuda por los Curas en la Opción por los Pobres

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La Alameda reproduce el documento titulado “Frente a la voracidad brutal de los acreedores externos”.

A la opinión pública y nuestras comunidades

Ante la reciente decisión de la Corte de Nueva York que obliga a nuestro país a pagar una deuda -que había sido reestructurada y comenzada a saldar- de forma usuraria e imposible a los fondos buitres, los Curas en la Opción por los Pobres queremos decir una palabra a nuestras comunidades.

Los así llamados “fondos buitres” no hicieron inversiones en nuestro país, no aportaron nada a nuestro suelo, y reclaman unos bonos que compraron a precio vil, cuando el Estado ya estaba quebrado. Si la Argentina pagara de esta manera, esa deuda contraída en infames períodos anteriores, pondría en riesgo los puestos de trabajo de nuestros padres y hermanos, la salud de las poblaciones más frágiles, el nivel de la educación alcanzada para nuestros niños y jóvenes históricamente excluidos y las jubilaciones de nuestros abuelos que tanto preocupan a nuestro pueblo. Todo lo logrado con gran esfuerzo y con todo derecho en los últimos años se esfumaría.

Esta decisión judicial nos empuja a que ya no baste que se cumpla con los pagos acordados con el 92% de los acreedores, no les alcanza. ¡Quieren todo! Quieren también nuestra soberanía; y como cristianos y argentinos no podemos aceptarlo.

Cabe destacar que lo grave aquí no es solamente la voracidad especulativa de los fondos buitres sino que su accionar ha sido perfectamente legal. Que algo sea legal no implica necesariamente que sea moralmente aceptable. No es moralmente aceptable que un país pague sus deudas con condiciones que lo condenan a la quiebra y la miseria. Como ha afirmado el Papa Francisco precisamente en estos días, “las grandes economías mundiales sacrifican al hombre a los pies del ídolo dinero”, de modo que “es imposible seguir tolerando que los mercados financieros gobiernen la suerte de los pueblos”. El problema de fondo es el sistema capitalista liberal -que premia a los especuladores y condena a los que trabajan- que instala una legalidad inmoral exprimida a fondo por los expertos de la usura.

Vemos que lo que está en juego en esta puja dramática es quién manda en el mundo ¿Los países y sus democracias o los mercados con su dinero?

Por eso denunciamos este pecado que clama al cielo sabiendo que hará sufrir a nuestro pueblo, en especial a los pobres, y a tantos que ven en nuestro país un espejo de su futuro.

Adherimos a la decisión del Estado Argentino de pagar las deudas sin comprometer el crecimiento del país y la inclusión y ampliación de derechos para los más pobres y débiles.

Rechazamos por desubicados los consejos iluminados de tantos periodistas, políticos y economistas cómplices de este endeudamiento fraudulento desde la dictadura del 76 hasta el final de la década de los 90.

Y aguardamos pronto una palabra de nuestros pastores, demasiado largamente esperada, sabiendo que en ellos Dios ha puesto la vida de su pueblo.

Grupo de Curas en la Opción por los Pobres

Junio de 2014

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