El PRO antes de liberar la zona para la toma de tierras del ex cementerio de autos se robó cerca de 2 hectáreas destinadas como estacionamiento del Polo Farmacéutico.
Artículo de Facundo Di Filippo, integrante del bloque Verde/ Alameda y ex presidente de la Comisión de Vivienda
La toma que comenzó el lunes por la tarde/noche en los predios de Avda. Cruz y Pola era una obviedad. Esas tierras -que están contaminadas por que allí existió un cementerio de autos de la Policía Federal- estaban sin cerco ni custodia, separada por una vereda del resto de la villa 20 en Lugano.
Como toda toma tiene su contenido prebendario, algunos de los que la promovieron lo hicieron con fines económicos, pero también como sucede siempre, el dato corrió rápidamente en el barrio y fueron tomando muchas de las familias que hoy alquilan dentro de la villa 20, y que pagan un gran monto por una pequeña pieza.
La tardía reacción de la justicia plantea un escenario con dos salidas. O un desalojo violento, del cual ya se corrió el gobierno nacional y quedaría en manos de la Metropolitana, o dejar que se consolide paulatinamente ese asentamiento.
Estos terrenos intentaron ser vendidos por el macrismo y el kirchnerismo el año pasado, estaban incorporados al Master Plan de la Comuna 8, y fueron retirados de la venta por la lucha vecinal. Sucede que estas tierras están destinadas a la urbanización del barrio Villa 20. La ley 1770 desde el 2005 les asigna ese fin. El negociado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y Ejecutivo Nacional truncó los sueños de los vecinos de contar con 1600 viviendas, que el Instituto de Viviendas de la Ciudad (IVC) le había asignado a esa institución en 2007.
Luego de la ocupación del Parque Indoamericano en 2010 tanto el Gobierno de la Ciudad como el Gobierno Nacional se comprometieron a dar soluciones a las 4 mil familias censadas a través de un acuerdo donde ambos gobiernos pondrían “un peso y un peso”, según afirmó Aníbal Fernández. Ese acuerdo jamás se cumplió y otra vez las promesas de garantizar el derecho a la vivienda se esfumaron en el tiempo y en la indiferencia estatal. Esto lo saben los ocupantes de esta nueva toma, ya no se los va a engañar con nuevas promesas.
Pero falta desentrañar quien promovió la toma, a quién beneficia la misma. Con el correr de las horas comienza a estar más claro, ya que básicamente hay un punto que no cierra; por qué el PRO dejó esos terrenos sin protección?
Uno podría pensar que por estupidez si toma el parámetro de los funcionarios que integran la Secretaria de Habitad e Inclusión (SECHI), pero no, lo hizo porque la toma de ese predio es una salida para la causa judicial que los agobia por el saneamiento de la tierra y la construcción de las viviendas. Porque antes de liberar la zona para que sea tomada se robaron cerca de 2 hectáreas para hacer el estacionamiento del polo farmacéutico, y no hay mejor forma de esconder un robo de tierra que dentro de una usurpación. Porque se ahorra dinero, ya que esta situación evita que allí se destinen los millones de pesos necesarios para su saneamiento y posterior urbanización. Porque los primeros en meterse en el predio son peones de punteros claramente sostenidos por el macrismo. Por ende se convirtió en una salida elegante para el PRO. Poco le importa que esa tierra pueda beneficiar a 1600 familias cuando hoy la ocupan 300, poco le importa que los ocupantes vayan a vivir en una zona contaminada, poco le importa la gente.
La propuesta para resolver el conflicto debería ser: 1) Un cronograma de fechas para el saneamiento de tierras. 2) La construcción de viviendas como lo señala la ley 1.770. 3) Un fondo especifico para dicha urbanización. 4) La creación de una mesa participativa para que los vecinos puedan ir controlando el avance de las obras.
La crisis de habitad en CABA abarca a la clase media. Por eso el bloque Verde/Alameda estará presentando una ley para regular los alquileres y por las viviendas ociosas.
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