Viviana Vitali asegura que le sacaron la custodia a su hijo; “Ya pasó un año de la causa y estoy peor que antes”, asegura
Artículo publicado por la página web del diario La Nación
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Por Tomás Rivas | LA NACION
El 20 de febrero de 2013, hace un año y un día, Viviana Vitali pisó por última vez el departamento de Las Cañitas que había compartido con su ex pareja, el “narco VIP” Rodolfo Bomparola. Seis días antes, irónicamente en el día de los enamorados, había recibido una nueva paliza y decidió separarse definitivamente.
Doce meses más tarde, con Bomparola detenido por participar en una banda que le vendía drogas a personajes conocidos de la farándula, Vitali tiene una nueva preocupación. Miembro de un plan de testigos protegidos [ella misma aportó datos que sirvieron para imputar a su ex], asegura que la Justicia decidió “por órdenes de arriba” quitarle la custodia a su hijo de 13 años. “Está encerrado desde enero. En unos días empieza el colegio y no sé qué hacer, estoy desesperada”, cuenta a LA NACION.
Los tres custodios de la Gendarmería Nacional que desde el año pasado permanecen 24 horas apostados en la puerta de su casa recibieron instrucciones de ya no monitorear los movimientos del adolescente, según denuncia la mujer.
“Antes de ser detenido, Rodolfo se apareció dos veces en busca de mi hijo. En una oportunidad lo esperó a la entrada del colegio. Por suerte mi hijo lo vio desde la otra cuadra, se encerró en una verdulería y desde ahí me llamó llorando. Otra vez, Bomparola esperó a que saliera y lo interceptó en el recorrido de vuelta a casa”.
Previo a su encarcelación, Bomparola había recibido una orden de restricción hacia el menor y su madre por violencia.
“Antes lo acompañaban, pero desde el 29 de enero eso dejó de pasar. Ahora ni le hablan. Tengo miedo porque en unos días empieza el colegio y no sé qué puede pasar. Ya hice el reclamo en el juzgado, pero no recibo ninguna respuesta. Se pasan la pelota unos a otros y nadie resuelve”, denuncia Viviana.
Denuncia en La Alameda
Desconcertada, la mujer recurrió a la ONG La Alameda. La organización, que siguió de cerca el caso, está convencida de que la justicia “intenta farandulizar la causa, en vez de ir contra los peces gordos del narcotráfico”, según palabras de su presidente y diputado porteño, Gustavo Vera. “El hijo está en riesgo. Hicimos reclamos y no tuvimos respuesta”, agregó.
Por su parte, el abogado de la institución, Mario Genora, resaltó que “existe una actitud de desidia por parte del Ministerio Público”. “Hay una ley de protección y es obligación establecer la custodia tanto del testigo como de su familia”, remarcó.
La historia de los narco VIP
Harta de sufrir los golpes de Bomparola, Vitali recurrió a la Justicia y aportó una serie de datos clave sobre una banda que proveía drogas a un grupo selecto de personajes públicos en el barrio de Las Cañitas. Su ex pareja era una pieza clave de esa estructura.
La información fue cruzada con otra investigación, que paralelamente desarrollaba la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Federal, y en noviembre, durante un allanamiento en un edificio de Olleros 1850, la Policía dio con Alejandro Chávez, el jefe de la banda. Sin embargo, no pudieron capturarlo. El hombre se suicidó con un tiro en la boca cuando supo que los efectivos estaban en la puerta.
En el marco de esos operativos fue detenido Bomparola, hermano de la reconocida diseñadora Evangelina Bomparola. En diciembre, el juez federal Norberto Oyarbide determinó que Bomparola era uno de los proveedores de droga que dos modelos vendían en locales gastronómicos de Las Cañitas. Bomparola estuvo detenido en Marcos Paz hasta hace unas semanas, cuando consiguió ser trasladado a Devoto.