Ni la lluvia frenó el escrache a la empresa avícola “Nuestra Huella”

El frío junto con la lluvia de este lunes no atemorizó a los militantes de La Alameda, y a los del MTE y la cooperativa El Álamo. Los primeros en llegar fueron los costureros quienes desplegaron su clásica bandera de letras verdes y fondo amarillo. Bombos, redoblantes, carteles con la cara de Leticia Garcia de Luaces dueña de la granja Nuestra Huella, y la clásica pirotecnia tres tiros anunciaban la llegada del escrache rompiendo con la tranquilidad de un barrio acomodado y sin mayores ruidos que los producidos por las líneas de colectivos.

Sobre Havana 4229, en Vila Devoto, estaban apostados decenas de policías federales, a cargo de Flores titular de la comisaría 45. Los federales estaban en resguardo de la guarida donde los empresarios de “Nuestra Huella” planean el tráfico de personas, entre otras ilegalidades como la servidumbre de familias enteras en sus granjas de pollo

La casona donde funciona la sede comercial de la esclavista de menores “Nuestra Huella” tenía las persianas cerradas. Los móviles de los noticieros de TV estaban a la espera de tener un comentario del referente Gustavo Vera. De fondo los cánticos: “En la argentina, hay una banda, hay una banda de delincuentes, que a los menores, los esclaviza, trafican gente y es la cana la que los defiente”, “che leticia, yo te quiero preguntar, porque no mandas tu hijas , a tus granjas de pilar”.

“Policía, policía, yo te quiero preguntar si a tus pibes los esclavizan de qué lado vas a estar”. Ese cántico llegó con unas decenas de militantes cartoneros, del MTE con base en villa Fiorito y el Álamo de Villa Pueyrredón. Las voces se hicieron más potentes, comenzó a arrogarse basura a la entrada del edificio. Los vecinos poco a poco se acercaban. Todos tenían en la mano un volante contando la problemática y el propósito de la manifestación.

La brigada, el comisario y efectivos policiales de uniforme miraban; a metros tres camiones de infantería era el refuerzo para atacar si fuera necesario a poco más de 50 personas, en su mayoría mujeres.

Los medios comerciales nacionales y los internacionales como la agencia France Press, Asociated Press, que reprodujeron el tema en diarios de Venezuela, Ecuador, Italia, e incluso la CNN en español pedían entrevistas o difundían las imágenes del horror, como de las puteadas a los empresarios, cubrieron también los discursos improvisados bajo la lluvia.

Gustavo Vera señaló que “acá es la guarida de quienes trafican personas. El tema no va a quedar en nada. Vamos a ir a la justicia a pedir un allanamiento y que liberen a los compañeros y que entren a este tugurio donde hay muchas pruebas. En caso que la situación de los compañeros de la granja no se revierta vamos a volver. Pero esta vez no tan complacientes. Vamos a ingresar a estas oficinas y nos va a tener que sacar el juez de Campana-Zarate”.

Un desperfecto técnico en la avenida General Paz dejo varada a la camioneta que venia desde Pilar llena de guano (desecho de gallinas) con el que se pensaba pintar la sede de Nuestra Huella y que había sido juntada por los propios trabajadores de las granjas para el escrache.

Luego de un frustrado intento de armar una proyección de lo videos de las cámaras ocultas que realizaron los militantes en la granja,  Juan Grabois por el MTE expresó que “nos comprometimos con la gente de la granaja que su situación iba a resolverse. El día que estuvimos estaban con mucha bronca y con ganas de alzarse. Esto quiere decir que este acto y no meramente para las cámaras, porque se fueron y acá seguimos, tiene que ir más allá. Todos debemos sumar este tema de la esclavitud en la granja de los miles de compañeros como otro de nuestros temas prioritarios. No olvidar nuestro compromiso moral que es revertir esta situación nefasta en la que se involucra a la esclavitud a menores de 2 años”.

Algunos ya planificaban el escrache a la escuela que regentea Leticia García en Pilar “que seguro fue construida con la sangre y el sudor de los niños de las granjas” comentaban.

Detrás los hombres de civil con sueldo de la Federal trasmitían por sus equipos que organizaciones estaban presentes y lo que realizaban, quienes hablaban y cuántos eran. La clásica inteligencia de la Federal que investiga a los denunciantes y no a los denunciados.

La lluvia no aflojaba y parecía redoblar los ánimos de lucha. Nadie se movía, solo los periodistas atemorizados de sus equipos técnicos. Los vecinos bajo techos y paraguas observando lo inédito.

“Acá entran dos pibas hermosas todas las mañanas y salen para el almuerzo. Mi vieja me quería meter acá porque es un estudio contable”, contó a este cronista una adolescente en bici que vive en la calle Havana. Se acercó luego de ver el tema por televisión. “Ahí esta el brigada que me sacó un porro. Me reconoce. Se mete conmigo por un porro y con estos chantas (por la oficina de la granaja) no hace nada”.

Los vecinos además aportaron enchufes para dar energía a la fallida proyección de la cámara oculta que hicieron las organizaciones en la granja de Nuestra Huella, ubicada en Pilar y que en el mes de abril fuera allanada por la justicia y Ministerio Trabajo provincial.

La alegría fue total al terminar el escrache que duró más de una hora y media, y que fue trasmitido en vivo para miles de personas en todo el país. “Sublime como estábamos bajo una lluvia torrencial”. El micro escolar volvió a La Alameda con los niños secos y los adultos y adolescentes empapados. Las otras organizaciones retomaron a pie. La jornada de lucha dejo la satisfacción de haber cumplido con el compromiso de avanzar en el camino que concluirá con la liberación de los niños de trabajos forzosos en la granja y con una pena ejemplar a los dueños de una empresa que exporta su producción y vende a grandes supermercados de este país.