El miércoles 26 de octubre se realizó en la ciudad entrerriana de Paraná la presentación del libro “El Papa Francisco y la Doctrina Social de la Iglesia”, en la Pontificia Universidad Católica Argentina.
Participaron del encuentro la Dra. Susana Medina, presidenta del Supremo Tribunal de Justicia de Entre Ríos; el padre Horacio Correa, vicario parroquial de Nuestra Señora de la Piedad; el Arq. Carlos María Zavalla, de la Fundación La Alameda; y el Dr. José Antonio Márquez, autor del libro.
El padre Correa dio inicio a la presentación con una oración, y luego expresó: “es importante destacar que la Doctrina Social de la Iglesia nos pone frente al desafío de este tiempo y nos da dos grandes respuestas, primero ayuda a visibilizar a Dios, en este mundo que no quiere hablar de Dios. Nos ayuda a romper con la indiferencia a la trascendencia en la que se vive como si Dios no existiese. La Doctrina Social de la Iglesia nos habla no de un Dios abstracto, sino encarnado y concreto. Segundo: es importante porque visibiliza el mundo de la injusticia, la pobreza, y el sufrimiento. Olvidarse de Dios es también olvidarse del hombre. La Doctrina Social de la Iglesia nos dice que todos nosotros somos importantes”.
Y explicó la forma concreta en la que se aplica la misma en los Hogares de Cristo: “Cuando Bergoglio era cardenal, en 2008, había una problemática en una parroquia donde estaba el padre Pepe Di Paola, que quería dar respuesta a los jóvenes que morían por el problema del paco. Se lo invitó al cardenal a participar del Jueves Santo, y él los empezó a escuchar, y le lavó los pies a estos jóvenes. Empezó entonces a gestarse algo nuevo, junto a la frase “hay que recibir la vida como viene”. Empezó entonces a surgir el método de los Hogares de Cristo. La Doctrina nos invita a tener una mirada cristiana, que es distinta a una mirada mundana e ideológica. Buscamos la unidad entre nosotros para que el mundo crea. Si hablamos del Hogar de Cristo decimos que recibimos la vida como viene: todas las vidas como vienen, la dignidad inalienable de toda persona, dada por el hecho de ser criatura, de ser hijos de Dios, abrazamos y recibimos a la totalidad de las vidas, empezando por las más frágiles; recibir la vida como viene es también desarrollar una mirada integral, que supere la fragmentación de las especialidades y disciplinas, como la mirada de los padres. Mirar la integridad de la vida, y atreverse a acompañar, junto a principios como el de subsidiariedad y el de participación. Recibir la vida como viene es estar abiertos a la bendición, la hospitalidad es ver al otro que llega como al mismo Cristo. Recibir la vida como viene es reconocer que por el principio de la encarnación, Dios siempre está viniendo en la realidad, y en especial en la de los más pobres. Descubrir la realidad atravesada por Dios es lo más importante”.
Por su parte, el arquitecto Carlos María Zavalla, por la Fundación La Alameda, explicó: “Cuando tenemos que tocar el tema de lo que es la DSI, lo primero que uno observa en estos tiempos nominalistas, en los que el hombre se va más a la forma y se aleja de la esencia, los medios ya no diferencian entre ideología y doctrina. Doctrina son valores, como el valor del amor al prójimo del Evangelio, que se puede aplicar a cualquier circunstancia. Es lo que vemos más castigado, dentro del individualismo que se está fomentando en una Modernidad que es insectificante, y la búsqueda de trascendencia termina siendo en la droga. Todo esto no es ajeno a la Doctrina de la Iglesia, de lo que ha dicho este papa y los anteriores. Por la doctrina estamos obligados a decir la verdad. Lo que duele es que en la encíclicas se dicen cosas concretas. Por ejemplo, que el hemisferio norte tiene una deuda con el hemisferio sur. La deuda externa muchas veces no es para beneficio de los pueblos sino una herramienta de dominación. Estos ejemplos de los inconvenientes que tiene el sistema, los problemas reales, que molestan. Conozcamos lo que dice Francisco y no lo que los medios nos dicen que dice y no dice. Y para eso está la obra de José Márquez. Hay que ver la Doctrina Social de la Iglesia desde la realidad. San Ignacio de Loyola ve los ideales desde la realidad. Si buscamos una nación unida, Argentina, que tiene unos valores cristianos extraordinarios, donde durante dos guerras mundiales las colectividades que se estaban matando en Europa acá se casaban entre ellos. Nos preguntamos por qué no viene el papa a la Argentina, quizá es lo que quiere que nos preguntemos, para tratar de que venga, por lo menos leámoslo a él”.
El Dr. José Márquez, abogado y autor del libro, agradeció a la Dra. Medina por la organización, a los miembros del panel y a los presentes y sostuvo: “Francisco no los va a aburrir. A mí me interesó siempre la Doctrina Social de la Iglesia. No todos saben lo que fue el Concilio Vaticano II, convocado en 1962 por el papa Juan XXIII y clausurado por Paulo VI en 1965, la asamblea de todos los obispos y cardenales del mundo, que aprueban documentos relacionados con la Iglesia, hacia adentro y hacia afuera. Aparecida es la V Conferencia Episcopal celebrada en Aparecida en Brasil, es el concilio trasladado a la región, es la asamblea de todos los obispos y cardenales de Latinoamérica y el Caribe que aprueban un documento, y que tuvo una activa participación el cardenal Bergoglio. Francisco no es un llanero solitario. Todos los temas que están incorporados en este libro empiezan por un documento del Concilio Vaticano II, después viene Aparecida y después Francisco con sus encíclicas. El libro abarca desde marzo del 2013 a diciembre de 2018. Estos conceptos que he tomado en este trabajo es un trabajo de sistematización. Francisco habla de la fe y cómo juega la fe en la Doctrina Social de la Iglesia. Francisco va a los bifes, no anda dando vueltas, va al caracú del ser humano. No se asusten si escuchan expresiones fuertes”.
“El 26 de febrero Gustavo Vera le acercó este libro a Francisco y el 7 de marzo el Papa me escribe una carta, con un mandato: ‘anhelo que llegue especialmente a los jóvenes, y a los dirigentes de todos los ámbitos, para que puedan valorar la importancia y la actualidad de la Doctrina Social de la Iglesia en los nuevos desafíos que se presentan. Dios quiera que todos, en el lugar que nos toque podamos ponerla en práctica, con responsabilidad, en favor de la Humanidad, por encima de los intereses personales, cuidando siempre de privilegiar a los más débiles’. Por eso estoy acá, y estaré donde tenga que estar, cumpliendo esa orden, ese pedido”, explicó Márquez.
“La Doctrina Social de la Iglesia dice que debemos suprimir las causas, no solo los efectos de los males. En Aparecida las obras de misericordia deben estar acompañadas por la búsqueda de una verdadera justicia social. La Evangeli Gaudium de Francisco dice que la palabra solidaridad es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad. En la Laudato Si’, se dice que ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una solución provisoria para resolver urgencias. El gran objetivo debe ser permitirles una vida digna mediante el trabajo. Y en dos discursos en Roma, dice que el acto de caridad no es una limosna para tranquilizar mi conciencia. Imitar al Buen Samaritano del Evangelio no es suficiente, hay que ir más allá, a las causas”, sostuvo el autor.
Márquez concluyó su disertación diciendo: “Los documentos del Concilio Vaticano II dicen que los pobres están en el centro del Evangelio. Tomando este concepto, el documento de Aparecida dice una frase lapidaria: ‘en la defensa de los derechos de los excluidos, se juega la fidelidad de la Iglesia a Jesucristo’. Y Francisco pone la frutilla a la torta diciendo que la opción por los pobres es de una categoría teológica. Esta doctrina es lógica pura, está toda ligada, no hay compartimentos estanco, está todo entrelazado”.
Se puede ver en video la presentación, en el siguiente enlace: