En el Centro Cultural Nunca Más, mate de por medio, charlamos con Alicia Montoya integrante de la Asamblea Popular de Villa Pueyrredón y “alma máter” de la Cooperativa de Recuperadores Urbanos “El Álamo”. Abordamos la contenerización, la construcción de plantas de tratamiento de residuos en la ciudad y el desafío de brindar el servicio público de recolección de residuos secos en el barrio.
Por Ignacio Di Toma Mues
Hace diez años era una quimera de unos locos, hoy ya existen 12 cooperativas que involucran a cerca de 5 mil cartoneros. “El Álamo” – una de las históricas – alberga a 62 recuperadores que realizan su tarea recolectando en la calle, en los grandes generadores y separando y clasificando en la planta de Roosevelt y Av. de los Constituyentes.
“La primera de las batallas se ganó: instalar en el barrio que hay que separar los residuos – cuenta Alicia – y romper con algunos prejuicios que en algunos sectores estaba muy arraigado”. La presencia de la Cooperativa en el barrio está ganada, asegura.
Tras haber obtenido el servicio público de recolección de los residuos secos en la zona y lograr un marco jurídico, Alicia afirma que ahora viene lo más difícil: “la puesta en funcionamiento de un sistema público con el Estado ausente”.
La concepción del pliego era de responsabilidades compartidas y trabajo mancomunado, sin embargo todo lo que estaba previsto en el pliego, puesto en la realidad, quedó simplemente en la entrega de un uniforme, un incentivo y un camión.
Para Alicia esto es insuficiente. “No es sólo un problema económico, es un problema estratégico” y agrega que “una empresa privada tiene un equipo técnico, profesionales, etc., para armar un plan para brindar el servicio de la recolección de los húmedos. Se sobreentiende que una cooperativa de cartoneros no y el Estado debería tener una presencia en cada cooperativa”.
Alicia advierte que “no hay planificación, no hay una política integrada y tiene que ver cómo el Estado pensó y amoldó cooperativas. Si esto es un proceso de inclusión para llevar a los cartoneros al menos al piso de cualquier otro trabajador o si es un plan social disfrazado de formalización. Entonces ahí es donde está la disputa. Hay cooperativas que les alcanza con que sea un plan social y es entendible”.
En previsión de esto El Álamo fue tejiendo relaciones, sobre todo con la facultad de Agronomía, con las carreras ambientales. “Lo hicimos para generar herramientas que nos permitan construir un modelo para garantizar a los vecinos de Villa Pueyrredón que efectivamente va a haber un servicio” comenta Alicia.
Están trabajando con un equipo de jóvenes dentro de la Universidad que son pasantes con un alto grado de compromiso en el tema (“te podés imaginar lo que le pagan por una pasantía”)
(Alicia) “Hoy tenemos ‘escucha’, cada uno tiene una zona, conversa con los vecinos… se generan temas que son de agenda pública y que nunca pueden quedar en manos de cuatro funcionarios, ni aunque sean los mejores del mundo. El control y la participación del ciudadano es un objetivo estratégico. Hay que generar mecanismo que es lo que está roto y te das cuenta que está roto porque cada vez que lo ponés a funcionar hay mucha respuesta”.
Este trabajo les permitió darse cuenta que el puerta a puerta no sirve. “Dividimos el barrio en subzonas, asignamos una persona que hizo el relevamiento y presentó el cartonero al vecino, y a los tres meses nos dimos cuenta que no funcionaba”.
Se hizo un relevamiento estadístico en 8 manzanas y se constató que no se generó una cantidad de materiales reciclables que al recuperador le permitiera obtener un ingreso respetable.
Alicia es contundente: “Es absolutamente imposible que se pueda brindar un servicio de recolección en una ciudad, y eso que estamos hablando de Pueyrredón y no el microcentro, donde cada vecino salga y te entregue los residuos en mano”.
Qué se plantearon para resolver este problema?
“Decidimos que había que garantizar en cada manzana un punto verde (Villa Pueyrredón tiene más de 200), un lugar donde, en otros horarios donde no pasa el cartonero, el vecino pueda dejar sus reciclables… estamos trabajando en esto”.
Alicia nos cuenta que están diseñando un contenedor especial, que no es el del Ministerio de Ambiente. “Que sea estéticamente lindo, que no ofrezca rechazo por parte de vecinos y comerciantes”. Este contenedor lo va a gestionar el cartonero y la logística de la cooperativa.
(Alicia) “Si está ausente el cartonero, pasaremos con el camión o la camioneta a la mañana y a la tarde para garantizar el servicio”.
La construcción de estos contenedores – explica Alicia – serán financiados por el FOMIN, un fondo administrado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
(Alicia) “Si esto lo tendríamos que pensar en escala ciudad no hay ningún fondo de financiamiento y posiblemente en los barrio como Pueyrredón funcione y en otros tal vez no sea este el mecanismo”.
Contenerización
El pasado 18 de septiembre las organizaciones cartoneras, a pesar de la intensa lluvia, se manifestaron en forma multitudinaria en contra de la contenerización ante la sede del Ministerio de Ambiente y Espacio Público que preside Diego Santilli.
(Alicia) “La contenerización la tenemos que ver en el contexto que se plantea. La crisis del enterramiento por un lado y la crisis política que se genera a partir de la disputa Gobierno nacional, Provincia y Ciudad que agrava enormemente el cuadro. Si en esta pulseada política alguien decidiera que no se puede enterrar los residuos en el CEAMSE se está en un problema y tengo que buscar una solución y le dijimos al ministro (Santilli) que esto es entendible”.
Alicia cuestiona que la contenerización está tomada como un negocio. El “combo ecológico” lo bautiza. “Hay una cantidad de empresas a escala mundial que se dedican a vender el paquetito: el contenedor, la maquina que lo lava y el camión que lo carga”.
Pero aclara al respecto. “no es el negocio de Macri, ni de Scioli, ni de Cristina… es de los tres”. Y da el ejemplo del Municipio de Quilmes que compró cada contenedor a un poco más de 7 mil pesos.
Pero también asegura que otro problema es la visión higienista.
(Alicia) “En la visión de que todo tiene que estar limpio coincidimos, pero acá se ataca el final y no la causa. Buscan que esté limpio a condición que haya una empresa que lo haga y no por una modificación de hábitos”.
Alicia advierte que el contenedor “está visto, y así lo presenta el Gobierno en su publicidad, para que, a la hora que quiero y como se me da la gana, abro la tapa y tiro la bolsita… con lo cual esos residuos, en una ciudad húmeda y de altas temperaturas, pueden estar desde la mañana descomponiéndose en un recipiente de metal”.
Por otro lado, aclara que Santilli firmó en estos días una resolución que establece para los contenedores horarios y otras regulaciones. (Alicia) “Todo lo que quieras, pero no nos engañemos, el nivel de accesibilidad es todo un tema, en los contenedores para residuos húmedos apretás un pedal, se levanta la tapa y tirás la bolsita”.
Pero, la accesibilidad que tiene el contenedor para los húmedos (de color negro) no existe para los que se van a utilizar para los reciclables (de color verde), que son los que justamente van a gestionar las cooperativas.
(Alicia) “Si sos un buen vecino que separa, y hacés bien las cosas, te estás yendo al laburo con tu bolsita de reciclables para ponerla en el contenedor verde y te encontrás que tiene una hendija en el frente (de 15 centímetros de alto, con una cortina de goma cubriéndola)… y tenés que abrir la bolsa e ir aplastando (hay cosas que no entran) para tirar todo, no podés tirar la bolsa entera”.
Alicia asegura que de esta manera no hay ninguna posibilidad que masivamente los vecinos, aunque quieran separar lo hagan.
Qué va a pasar?
(Alicia) “ese reciclable va a ir a los contenedores negros”.
Propuestas para hacer no es lo que le falta a la cooperativa.
(Alicia) “Le propusimos a INTEGRA dividir Villa Pueyrredón en dos zonas: una para los lunes, miércoles y viernes; y la otra para martes, jueves y sábado. De 7 a 8 de la mañana el vecino saca su bolsita de reciclables a la vereda, de 8 a 10 la recoge el cartonero, y de 10 en adelante pasa el camión o la camioneta de la cooperativa para recolectar lo que queda”.
Pero ella imagina la respuesta del Ministro Santilli: o se lo da en la mano o lo coloca en el contenedor verde. “Veremos donde lo vamos a discutir, si no es en el ministerio por ahí tendremos que ir a la justicia”.
La pregunta que conlleva la diferencia entre contenedores es: por qué uno tan accesible y el otro no? Quizás la respuesta está en las futuras plantas de tratamiento de residuos que se construirán en la ciudad.
Licitación de Plantas de Tratamiento de Residuos
La Capital Federal produce 6 mil toneladas diarias de residuos. Para reducir lo que se entierra en el relleno sanitario, el Ministro Santilli anunció en julio de este año el llamado a licitación internacional para la construcción de una planta de tratamiento integral de residuos áridos y restos de obras con capacidad de tratar hasta 2 mil toneladas diarias.
Por otra parte ya está a punto de empezar a funcionar la planta de Tratamiento Mecánico Biológico en el CEAMSE y que recibirá mil toneladas diarias de la ciudad. A todo esto debe sumársele la porción que recupera el cartonero.
En el Boletín Oficial del 20 de septiembre se publicó el decreto que autoriza el llamado a Concurso Público nacional e internacional para la construcción de plantas de tratamiento de residuos dentro de la ciudad que en total deberán procesar 3 mil toneladas diarias.
Esta medida, junto a la instalación de contenedores en toda la ciudad, generó conflicto y tensión entre el Gobierno de la ciudad y las organizaciones cartoneras.
Alicia) “Ante el planteo del gobierno frente a que no pueda enterrar y que hay que buscar una solución, estoy totalmente de acuerdo, porque vivo es esta ciudad, ya todos vimos lo que pasó después del último paro en el CEAMSE… si hubiera hecho todo lo que tenía que hacer en términos de separación, articulación, programas y me dice ‘me queda esto y va a la planta’, totalmente de acuerdo… pero no hizo casi nada”.
La inversión para la construcción de las plantas la hacen los privados y la prorratean con el cobro de un canon y con el aprovechamiento económico de los residuos.
(Alicia) “El artículo 20 del pliego para la licitación de las plantas de tratamiento dice que el privado va a gestionar todo lo que hay en los contenedores negros. También dice que el aprovechamiento económico de todo lo que esté dentro de ese contenedor es para el privado. Entonces viene la pregunta, la accesibilidad al negro y la inaccesibilidad al verde tiene que ver con generar una mayor ganancia y sustentabilidad económica al privado… por ahora es una duda, saque cada uno la conclusión que quiera”.
Por otra parte, va a cobrar por tonelada recuperada el equivalente al monto que hubiese pagado el Gobierno porteño por trasladarla y enterrarla en el relleno sanitario del CEAMSE.
“Esto es sumamente peligroso porque si el negocio está en ese canon el privado puede derivar el material a cualquier basural a cielo abierto de la provincia. Desde donde lo mires es peligroso”.
Alicia cuenta que el 40 % del material que actualmente recupera el cartonero lo saca de los contenedores, ya sean los de tapa negra o tapa naranja, y que el Ministro Santilli firmó una resolución donde prohíbe que el cartonero abra las tapas de los contenedores negros, si lo hacen van a tener una multa. Le van a sacar ese 40 % para dárselo a los privados.
“Pero además le ponen un contenedor verde que es inaccesible, que no entra el material… para el cartonero va a quedar sólo un residual” concluye Alicia.
En cuanto a lo que llega de los grandes generadores (hipermercados, hoteles y edificios de más de 10 pisos) Alicia dice que todo sigue igual. “El Ministerio de Ambiente no plantea modificar lo preexistente. Los camiones del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos) siguen funcionando y ahora se suman los camiones propios. El programa grandes generadores sigue igual, bajo la Dirección General de Reciclado… el problema es que todo sigue igual y lo que no avanza, retrocede, esto es así. Porque avanza el sector privado y en la competencia te va a ganar. Salvo que el Estado decida invertir en nuestro sector, colocar gente… en este momento estamos con el ring side delimitado, estamos en una puja para ver si modifican algunas cosas o no”.
Una de las cosas que lograron modificar fue que se eliminara la frase “fracción secos” del pliego de licitación de las plantas. (Alicia) “El pliego decía ‘para tratamiento de la fracción húmedos y secos’, pero sigue estando el contenedor negro al lado de un contenedor verde que no tiene accesibilidad”.