Los trabajadores de la fábrica de Mariel Bolo que fueron despedidos sin aviso hace 35 días y sin cobrar un peso y que confeccionaban para las marcas Montagne, Cheeky, Mimo y Yagmour, estan permaneciendo pacíficamente dentro del Ministerio de Trabajo de Callao 114 a la espera de la nueva audiencia que esta prevista para este martes a las 12 hs.
La cuarta audiencia que se desarrolló ayer desde las 15 hs y que terminó a la madrugada de hoy con la presencia de todas las marcas involucradas, el sindicato de la rama (SOIVA), el ministerio de Trabajo y los despedidos fracasó igual que las anteriores, sencillamente porque las patronales no ofrecieron ninguna propuesta para saldar la deuda que tienen con los 85 trabajadores echados de la fábrica de Mariel Bolo.
Después de haber sido explotados en agotadoras jornadas de 12 horas (4 registradas y 8 en negro), en pésimas condiciones de higiene y salubridad, por un miserable sueldo promedio de 4000 pesos, el 9 de diciembre se encontraron con la fábrica cerrada y sin aviso y nadie se hizo cargo de sus sueldos adeudados e indemnizaciones.
Durante 35 días los despedidos acamparon en la puerta de la fábrica vaciada donde pasaron la nochebuena y el año nuevo. Entretanto fueron burlados por las patronales en diversas audiencias donde no se resolvia nada y ninguneados por la dirección del sindicato y del Ministerio de Trabajo.
Ni las marchas a las sede de las marcas, ni la situación desesperante de las 85 familias involucradas, ni la cobertura en los grandes medios, ni el mensaje que el propio Papa Francisco les dedicó el pasado 23 de diciembre sirvieron para sensibilizar a las marcas que se mantuvieron en su posición intransigente, echandose las culpas unas a otras y no haciendose cargo ninguna de ellas de las deudas salariales con los despedidos.
Por tal motivo, hartos de tanta angustia y espera vana, los trabajadores resolvieron anoche permanecer pacíficamente dentro del Ministerio de Trabajo hasta tanto se obligue a las marcas a cumplir la ley y pagar las deudas salariales. Ya fueron estafados durante 35 días en cuatro audiencias donde en algunos casos las marcas ni siquiera se presentaron.
Las cuatro marcas se favorecieron con la explotación de los trabajadores de Mariel Bolo y amasaron fortunas. Son solidariamente responsables como lo establece la ley de trabajo a domicilio (12.713) , pero estan acostumbradas a violar la ley y pisotear los derechos de los trabajadores. Pero cuando los trabajadores deciden en su justa indignación, permanecer pacíficamente en el Ministerio de Trabajo, el Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni recien aparece amenazando con procesar a los trabajadores, al igual que la Viceministra de Trabajo Noemi Rial exigiendo que se retiren del establecimiento. El gobierno lejos de amparar a los más vulnerables, a los que les han violado sistemáticamente sus derechos, solo parece preocuparle la permanencia pacífica de los trabajadores en el Ministerio y no que las marcas esten violando toda la legislación vigente y condenen a la desesperación a 85 familias hace más de un mes.
Los trabajadores despedidos de Mariel Bolo solo piden los que les deben por su trabajo. No piden nada extraordinario, ni imposible, solo que les paguen lo que les deben por el tiempo trabajado tal como marca la ley. Y parece no haber un Estado capaz de asegurarle minimamente los derechos a los más vulnerables, pero estan dispuestos a movilizar patrulleros e infanteria cuando de cuidar los intereses de las marcas esclavistas se trata.
Llamamos a los vecinos, a los trabajadores, a los medios de comunicación a que apoyen nuestro reclamo básico de que nos paguen los salarios por el tiempo trabajado, ni un peso más, ni un peso menos. Llamamos a los funcionarios a que recuerden que la ley es pareja para todos y que es hora que la apliquen sobre estas marcas que ya fueron denunciadas por trabajo esclavo y ahora se dan el lujo de sumir en la desesperación a 85 familias luego de haberlos superexplotado en condiciones ilegales.
No vamos a movernos del Ministerio de Trabajo hasta que se cumpla la ley y si nos quieren meter presos por reclamar que las marcas paguen lo que deben por lo que hemos trabajado, eso significaría que el Estado de Derecho es un cuento chino y que estamos cayendo en la ley de la selva, en la ley del más fuerte, en la ley que solo ampara a esclavistas y explotadores.
Trabajadores despedidos de la fábrica de Mariel Bolo.