Video: así quedó el cuarto incendiado del conventillo de La Boca

Aquí el video del interior de la pieza que un hombre prendió fuego provocando la muerte a cuatro personas entre ellos un bebé en el conventillo de av. Pedro de Mendoza 1447, en el barrio de La Boca. 

Este video demuestra que sólo el fuego alcanzó los materiales de madera y tela no así la estructura del edificio que no fue alcanzado.

El testimonio del bombero que apagó el incendio reconociendo que el fuego sólo alcanzó a la pieza y no afectó al resto del inmueble.

 También es muy claro el video de la recorrida del legislador porteño, Gustavo Vera, por el primer piso y la terraza del Conventillo dejan en evidencia las falsedades del Gobierno porteño que encabeza Horacio Rodríguez Larreta que se basaron en el desalojo de las 32 familiar por un informe de una arquitecta que ni siquiera ingresó al Conventillo y7 que encima clausuró administrativamente con la excusa de peligro de derrumbe los ingreso de Pedro de Mendoza 1449 / 1451.

Este martes el diario La Nación publicó una nota sobre la terrible situación que viven las 32 familias que llevan casi dos semanas a la intemperie sin poder regresar a sus casas.

Hace una semana y media que la cuadra de avenida Don Pedro de Mendoza al 1400, en La Boca, se transformó en un campamento callejero. Es un espacio precario, de malas condiciones de habitabilidad para los grandes y los chicos que permanecen allí desde que un hombre intentó quemar a su pareja y provocó un incendio que mató a cuatro habitantes del conventillo en el que viven.

Los vecinos dicen que las 32 familias que residían en el viejo inmueble de la ex fábrica textil Sancheti están acampando allí, pero desde la Ciudad aseguran que son 22. Más allá de la cantidad exacta, hay personas que conviven con el frío y la humedad desde el jueves 20. En los últimos dos días, la lluvia y las malas condiciones del tiempo hicieron mella en la escasa vestimenta que tiene la gente. “También se mojaron los colchones que nos habían donado”, contó Natalia Esteban a LA NACION, mientras sus ojos se humedecían de la tristeza.

Las puertas del inmueble, en Don Pedro de Mendoza 1447, se cerraron aquel día cuando, tras sofocarse el incendio provocado por Miguel Ángel Torres, una inspección de la Guardia de Auxilio consideró que el edificio corría riesgo de derrumbe. Desde entonces, efectivos de la Policía de la Ciudad custodian el acceso para que nadie ingrese en el conventillo.

Los vecinos, en tanto, se instalaron justo enfrente y dudan de que la clausura tenga fundamentos. Milena Blanco dijo a LA NACION: “Sabemos que no se quemó todo el conventillo y ahí adentro están nuestras cosas”. El legislador de Bien Común Gustavo Vera acompaña el reclamo de la gente. “El fuego no afectó los cimientos ni las columnas”, sostuvo y denunció que hay “un interés inmobiliario”.

El diputado recordó que existen tres instancias judiciales: “Presentamos un recurso de amparo para que se deje entrar a la gente al conventillo. También estamos pidiendo que el juzgado que investiga el incendio se refiera a las condiciones de habitabilidad del edificio y denunciamos al gobierno porteño por abandono de persona”.

Anoche, un oficio de la jueza Patricia López ordenó al Cuerpo de Bomberos que remita en el término de cinco días un informe técnico sobre el estado edilicio del inmueble, las condiciones de habitabilidad y los riesgos” existentes.

Además, en las próximas horas podría haber una audiencia con la Ciudad y una eventual inspección con peritos tanto oficiales como representantes de los vecinos. Esteban resaltó: “Si es cierto que puede derrumbarse, no voy a poner en riesgo la vida de mis hijos. Ahí sí aceptaría un crédito [como los que les ofrece el gobierno porteño]”.

El improvisado campamento nació con unas pocas carpas, pero ya se transformó en una toldería. El frío viento se filtra rápidamente entre las lonas de plástico. Los colchones están apoyados en la húmeda acera y hay un único baño químico al alcance.

A la hora del almuerzo y de la cena, la gente se agrupa alrededor de un tacho metálico para compartir el momento. Algunas de las viandas provienen de la asistencia gubernamental.

 

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