- Taller esclavo en Eugenio Garzón 3853 detrás de la comisaría 40
El juzgado Federal N° 1 ordenó hoy miércoles 10, por la tarde, el allanamiento a los talleres textiles esclavos de Salazar Nina y Remedios Flores Alarcón, denunciados en diciembre de 2012, que viene esclavizando costureros desde el 2005 cuando la Alameda hizo la primer denuncia de estos talleres que producían para las marcas Montagne, Rusty y Lacar (hoy cooperativa sin patrón).
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A las 15 horas una decena de efectivos de la Gendarmería Nacional llevaron adelante la orden de allanamiento impulsada por la jueza federal María Romilda Servini de Cubria. Los domicilios allanados quedan en Eugenio Garzón 3853, detrás se encuentra la comisaría 40, y Laguna 940. Los esclavistas Salazar Nina y Remedios flores Alarcón se encuentran procesados y a meses del juicio que debe impulsar el Tribunal Oral Nº 6, que integran el presidente Julio Panelo, el vicepresidente María del Carmen Roqueta, y José V. Martínez.

El taller de Eugenio Garzón 3853 fue registrado con cámara oculta en diciembre de 2012. De ahí radicamos una denuncia penal ante la fiscalía antiTrata (UFASE) en conjunto con el secretario de DDHH de la CGT Julio Piumato. A su vez la Alameda y el secretario general de judiciales, delegados de ATE, y hasta el comunero, Rubén Tzanoff, participaron del escrache al taller esclavo en Garzón 3853
En Laguna 940 por información que pudimos recolectar hoy en el allanamiento se sabe que mantienen en el fondo del inmueble un depósito con cortes y el resto es vivienda para decenas de costureros. La confección de la ropa se realiza en el taller de Garzón detrás de la comisaría 40.

DETALLES DE LA DENUNCIA
Los talleres de Salazar Nina y Flores fueron los primeros denunciados por la Alameda junto a la Defensoria del Pueblo porteña en octubre de 2005. Una decena de costureros que habían sido explotados en los talleres de Eugenio Garzón 3853 y Laguna 940 denunciaban que los habían traído engañados de Bolivia, que los obligaban a trabajar entre 14 y 16 horas por una miserable paga, que no los dejaban salir del taller y que los talleristas estaban arreglados con la comisaria N° 40, ubicada justo detrás de la sede policial. Los dos talleres esclavos confeccionaban para las marcas Lacar y Montagne, las dos primeras de las 106 que serian denunciadas por los mismos delitos.
A fines de octubre del 2005 el Juzgado Federal Norberto Oyarbide allanó los dos talleres y las oficinas de las dos marcas denunciadas. Pero al mes se declaró incompetente y pretendió pasar la causa a un tribunal inferior. Al año siguiente, la Cámara Federal de Apelaciones le revocó el fallo de primera instancia y le ordenó a Oyarbide no sólo continuar investigando este caso, sino además sumar en esa causa a todas las marcas y talleres que fueron denunciados en el ámbito de la Capital Federal por delitos similares. Fue así que nació la megacausa contra el trabajo esclavo donde hoy hay denunciadas 106 marcas y más de seiscientos talleres clandestinos con trabajo esclavo.

Esa megacausa que tramita hoy el Juzgado de Julián Ercolini y que una parte ya fue elevada a juicio oral lleva como título «Salazar Nina, Remedios Flores y otros s/reducción a la servidumbre e infracción a la ley 25.871».
En mayo de 2007, Oyarbide vuelve a allanar los talleres clandestinos de Salazar Nina y Remedios Flores junto a otra docena de talleres. Al poco tiempo resuelve procesar a los talleristas por reducción a la servidumbre y explotación de indocumentados. La Cámara Federal confirma el fallo y eleva las actuaciones al Tribunal Oral Nº 6 que ya va a cumplir cinco años de demora en comenzar el debate oral.
Mientras algunos de los talleristas procesados se dieron a la fuga, Salazar Nina y Remedios Flores no tuvieron empacho en rearmar el taller clandestino con trabajo esclavo exactamente en la misma casa donde fue allanado y procesado. Parece no importarles su situación judicial y que estén en las vísperas del juicio oral. Más aún, eligieron reiniciar sus actividades en el taller de Garzón 3853, cuyos fondos dan directamente al patio de la comisaria 40.
La Alameda a mediados de diciembre volvió a infiltrarse en el taller haciéndose pasar por gente en situación de vulnerabilidad que buscaba desesperadamente empleo lograron entrar y filmar con cámara oculta al taller de Garzón 3853. Los atendió la procesada Remedios Flores, quien les explicó que en ese taller se pagaban 3 pesos por prenda, que las jornadas eran como mínimo de 14 horas y que muchos costureros estaban allí con cama adentro. A Remedios Flores y su cónyuge Salazar Nina, parece no importarles pagar la mitad del sueldo mínimo imponer una jornada que excede el máximo legal permitido y auspiciar la contratación informar de migrantes en situación irregular. Los mismos hechos por los que hace siete años son juzgados, son los que ahora replican mientras esperan el juicio oral.
El caso Salazar Nina y Remedios Flores que comenzó a develar la trama del trabajo esclavo en la industria textil, incluso antes del incendio en el taller esclavo de la calle Luis Viale donde murieron dos costureros y cuatro niños, muestra de cuerpo entero la impunidad de la que gozan los esclavistas cuando la justicia es lenta y cuando no se incautan los bienes del delito.
Como contrapartida en el 2007, el juez federal Sergio Torres allanó un taller esclavo en el barrio de Parque Patricios donde también procesó a los talleristas y fabricantes. Pero en este caso resolvió en tres meses incautar toda la maquinaria y ponerla a disposición del INTI para que reagrupe a las victimas en cooperativas y recuperen un trabajo digno. Hoy trabajan dignamente en un Centro Demostrativo de Indumentaria donde 9 cooperativas con más de un centenar de costureros retornaron a la dignidad.

La jueza Servini de Cubria tiene dos caminos. La impunidad para los esclavistas o la aplicación de justicia en beneficio de las víctimas y el Estado argentino.