En el marco de una causa por trata sexual, seis mujeres fueron rescatadas en la capital bonaerense. El rol de los prostituyentes y la vulnerabilidad económica en el momento de la captación. La publicación de contenido en la web.
En varios portales se replicó la información que da cuenta de una serie de allanamientos llevados a cabo el martes 23 de julio en la denominada “zona roja” de La Plata, que tuvo como resultado el rescate de seis personas mayores de edad explotadas sexualmente, cuatro de ellas de nacionalidad paraguaya y, al mismo tiempo, la detención e imputación de otras tres mujeres integrantes de la red en calidad de victimarias.
La investigación se inició meses antes, a partir de la denuncia de una mujer que, luego de quedar desempleada, fue contactada por la reclutadora de la red, quien finalmente la derivó con quien sería la cabecilla de la organización, conocida en el ambiente como “La Clona”.
Las condiciones para poder comenzar a generar ingresos eran, aportar $30.000 a modo de adelanto, $3.000 para crear una cuenta en la página de anuncios sexuales Skkoka, ademas debía abonar cada día $30.000 por ejercer la prostitución y $2.500 para gastos básicos como papel higiénico y servilletas, pese a todo y debido a su desesperación, la víctima aceptó. Sin embargo la situación se volvió insostenible cuando un grupo de cinco prostituyentes se presentaron pretendiendo mantener relaciones sexuales grupales, esta situación límite la llevó a abandonar el lugar y a realizar la denuncia.
La División Trata de Personas de la Policía Bonaerense, bajo las ordenes de la UFIyJ N°5, a cargo del fiscal Juan Ignacio Menucci, y autorizada por el Juzgado de Garantías N°1, de Guillermo Atencio, realizó las tareas de investigación y posterior allanamiento, que también contó con el apoyo de la Oficina Provincial de Rescate.
Conforme avanzó la investigación se comenzaron a confirmar los datos aportados por la denunciante, se trataba de un grupo de mujeres, en principio todas mayores de edad, de entre 24 y 28 años, que residían en localidades aledañas como Berazategui, Berisso, Avellaneda, mayormente en condiciones de vida precaria y quienes eran explotadas en privados y un prostíbulo localizados en La Plata.
Al momento del allanamiento también se detuvo a un hombre que frecuentaba el lugar y tenía pedido de captura. También se secuestraron preservativos, prendas íntimas y seis teléfonos celulares.
Con respecto a la red, inicialmente se sabe que está integrada por al menos tres mujeres: una de ellas (M.A.C.) sería la reclutadora, una segunda integrante (P.J.M.V.) a cargo de generar contenidos para redes y para la web de anuncios Skkoka, y finalmente una tercera conocida como “La Clona” (E.A.M.) que sería encargada del prostíbulo y de regentar al grupo de víctimas.
El caso reafirma que la vulnerabilidad económica es un elemento sine qua non para la proliferación de las redes de trata con fines de explotación sexual, incluso de mediana complejidad como pareciera ser el caso.
Por otro lado se verifica la articulación con los entornos virtuales, la explotación no solo es presencial, también se da en el ámbito virtual. En este caso, al menos en la publicidad y ofrecimiento de servicios sexuales en un portal que, para el caso, es mencionado en varias causas de trata sexual.
Finalmente el rol de los prostituyentes que continúan alimentando y generando demanda y sobre los cuales, rara vez la justicia y los medios de comunicación posan su interés.
Allanamientos y rescates por trata sexual en La Plata
