El ministro de Trabajo Nacional, Carlos Tomada, citó a La Alameda. Se discutió acaloradamente la pretendida derogación de la ley de Trabajo a Domicilio, que nuestra organización defiende y reclama que se ejecute en la realidad. Los defensores de la ley Tomada son el falso ingeniero Juan Carlos Blumberg y varias marcas denunciadas por trabajo esclavo, como Cheeky.
“No hay identificación de la mercadería que se confecciona con el proyecto que pretenden ley desde el Gobierno Nacional. Por lo tanto se nos va a complicar aún más obtener las pruebas de los delitos”, expresó Mario Ganora, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad y uno de los pocos especialistas argentinos en el tema que es consultado desde el exterior como el caso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Además el proyecto impulsado por el ministro Tomada y el jefe de Gabinete, Sergio Massa, señala en su artículo 17 que “deberán exigir a contratistas o subcontratistas el adecuado cumplimiento de las normas laborales y seguridad social de aquellos dependientes”.
En tanto que para el ex funcionario porteño actualmente dedicado a su estudio privado, Alejandro Pereyra, “el artículo 17 encubre al fabricante. Ya que el talleristas deberá firmar un contrato en el que se compromete a respetar las condiciones laborales. Lo cual se firmará el contrato dejando enganchando al tallerista que no tiene la solvencia de la marca, mientras que los jerarcas de la industrias quedaron exentos de responsabilidades”.
La respuesta del ministro no se hizo esperar. “Cómo puede ser que ustedes digan esto. Estamos en el mismo campo. No pueden salir a defender a los talleristas. Nosotros estamos debatiendo con ustedes cuando podríamos haberlo sacado a libro cerrado”, espetó Tomada.
A lo que Vera retrucó: “Éste es el primer proyecto en la historia a favor de los trabajadores que agrada a los empresarios. Con los talleristas no tenemos simpatías, ya que ellos nos han querido prender fuego la sede nuestra y mi casa. Pero pensamos en frío y sabemos que los talleristas son simples capataces, los que toman el látigo para castigar a los costureros. Y que los responsables máximos son las marcas de ropa”.
La reunión entre funcionarios y militantes se extendió por una hora. Planteadaa las críticas sólo se escuchó un “vamos a ver” como respuesta.
Sin olvidar los comentarios ácidos, agregaron desde La Alameda: “No sabíamos que Blumberg (por Juan Carlos) está del mismo lado que el Gobierno. Sabemos que el falso ingeniero respalda la ley que Cristina Fernández les prometió el 11 de junio a los empresarios textiles”.
La mención de Blumberg es producto que éste estuvo presente en una exposición organizada por la Fundación Pro Tejer.
NOTICIAS URBANAS estuvo en la ponencia de La Rural y conversó con el padre de Axel. “La ley tiene que cambiarse entre otras medidas”, expresó Blumberg, que estuvo presente cuando el titular de Cámara Argentina de Indumentaria para Bebés y Niños (CAYBIN), Víctor Hugo Benyakar, celebró la iniciativa del Ejecutivo Nacional, un tema de incidencia a la Ciudad de Autónoma de Buenos Aires donde se han radicado miles de talleres textiles clandestinos.
La firma “EL CARDON” utiliza la mano de obra más exclava.
Varios de sus productos en cuero, los realizan, los presos del penal de San Francisco ( Córdoba )