El legislador porteño de Bien Común y titular de La Alameda, Gustavo Vera, aseguró que la asunción del papa Francisco fue “como volver al catolicismo original, el del pastor, la fe y la obra”, al tiempo que contó detalles de la vida de Jorge Bergoglio mientras era Arzobispo de Buenos Aires.
“Cuando lo conocí me encontré con un obispo que ya era Cardenal Primado, que vivía en un cuartito del segundo piso del Arzobispado, que visitaba las villas miseria todos los días, que donaba su sueldo, que obraba como pensaba. Era una armonía entre su hacer y pensar. Con él sentí lo que después sintieron millones de personas cuando lo vieron como Papa, ese volver al catolicismo original: el del pastor, la fe y la obra”, precisó Vera al programa Data, que conduce Rodolfo Barili por canal Metro.
GUSTAVO VERA EN EL PROGRAMA DATA DE RODOLFO BARILI
El legislador porteño contó que Bergoglio, al igual que él junto a La Alameda “luchaba contra la trata, el narcotráfico” y esos sentimientos compartidos permitieron que se cruzaran “por los caminos de la vida”.
“Yo había pertenecido a los boy scouts en San Martín y, como muchos católicos en la Argentina, cuando vino la dictadura desaparecieron los scouts, tuve una crisis de fe, estuve en movimientos sociales, en la izquierda hasta que los caminos de la vida nos cruzaron a Jorge y a mí”, contó Vera.
El legislador reiteró que cuando él habla lo hace “un amigo de Jorge Bergoglio” y precisó que “es una opinión personal, que siempre es un poco aproximada, como le pasa a cualquiera con un amigo”.
“Siempre dije lo que opinaba, pero me empecé a dar cuenta que opinaba de un par de cosas que generaban ruido y por ahí me cuidé un poco más, pero Jorge nunca me hizo dijo nada. Con él hablamos muy sinceramente, es un excelente amigo, se acuerda de los cumpleaños, llama a mi madre y ahora la invitó a ir al Vaticano”, reveló.
Asimismo, remarcó que “Francisco nunca piensa en términos personales, sino en términos de pueblo como categoría mística y agregó que el Sumo Pontífice “está preocupado por la Argentina, porque el pueblo está sufriendo mucho, con independencia del Gobierno que esté, ya sea el actual o el anterior, por temas como la pobreza, el narcotráfico, la falta de un empleo genuino, la falta de un rumbo estratégico de reactivación del país y sobre todo la falta de diálogo”.
“La cultura adolescente que tiene esta democracia en la que cada cuatro años viene un gobierno nuevo y refunda todo de vuelta. No es que hay grandes consensos como hacen las democracias europeas, donde hay grande acuerdos y después los partidos vienen con matices más a la derecha, a la izquierda, al centro, pero no hay discusiones sobre matrices a largo plazo”, detalló el titular de La Alameda.
Vera trazó un paralelo sobre lo que ocurre en el Viejo Continente y lo que pasa en la Argentina al señalar que “acá todo está en discusión: el corto plazo, el largo. El Gobierno anterior no tenía por costumbre ni por cultura dialogar en forma estable con sectores empresariales, sindicales y la oposición, mientras que el Gobierno actual casi que repitió el mismo error que el anterior cuando comenzó. Recién ahora está tratando de comenzar a generar un diálogo”.
“Ojalá que sea productivo y que no sea como el que inició Cristina después de las elecciones legislativas de 2009, que fueron solo dos semanas y fue como cantar falta de envido con 20”, graficó.
Por otra parte, consideró que “el ajuste brutal es un hecho objetivo” y aclaró que no es algo que dijo él o el papa Francisco.
“La pérdida del poder adquisitivo es lo que están planteando los gremios. Lo dijo la UCA en torno a los índices de pobreza, los publicó y reconoció el Gobierno. Se tomaron muchas medidas en los últimos tiempos que fueron preocupantes, porque hubo una transferencia a los sectores mas concentrados de 20.000 millones de pesos entre quita de retenciones, inflación y devaluación, y de alguna manera los sectores menos protegidos o los de la clase trabajadora tuvieron pérdida del poder adquisitivo o directamente pérdida de empleo”, explicó.
Además, indicó que más allá que el Papa no visita un país cuando hay elecciones (Chile y la Argentina tendrán comicios en 2007, países que visitaría conjuntamente también con Uruguay), el Sumo Pontífice arribará al país “cuando sienta que es un factor de unidad y eso se va a dar cuando entre todos se practique, sinceramente, la cultura del encuentro”.
“Lo que le preocupa al Papa es que la falta de cable a tierra que tiene la clase política, tanto el Gobierno como los opositores, les impida ver que se puedan producir situaciones preocupantes. No hay blanco o negro, tanto el gobierno anterior como el actual tiene sectores con los que se puede dialogar y otros con los que no”, sostuvo el legislador de Bien Común.
Respecto a su visión, Vera señaló que “un país que es agroexportador resulta insustentable porque deja afuera al 30 por ciento de la población”, y precisó que “hay que tener matriz productiva y desarrollo de mercado interno”.
“Hubo un error con las pymes y lo reconoció el ministro de Producción, Francisco Cabrera, pero del reconocimiento a la solución, al subsanamiento del daño que hicieron a las pymes no hubo novedades”, advirtió.
LA LUCHA CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO Y EL CASO VIROCHE
Por otra parte, Vera aclaró que cuando dijo en una entrevista al diario El País de España que el Papa impediría un estallido social o iba a tratar de hacer lo posible no se refería “a uno como el de 2001, sino a uno más complejo”.
“La descomposición del tejido social en algunas zonas, como producto del narcotráfico, sumado a la pobreza hacen un coctel explosivo que puede llevar a situaciones como las que se vieron en Córdoba y Tucumán a fines de 2013. Mini estallidos sociales que no tuvieron actores políticos, sino que había una situación de caldo de cultivo de pobreza y miseria y sectores narcos que aprovechaban eso”, detalló.
Vera afirmó que en Argentina “hubo un crecimiento del crimen organizado al compás de la corrupción estatal” y añadió que “la mafia nunca puede ser sustentable ni desarrollarse si no es con la complicidad estatal”.
“Hay algo que los italianos llaman ‘mafiosidad’, que es el casamiento del crimen organizado con la corrupción estatal. La complicidad estatal incluye a los poderes Judicial, Ejecutivo, Legislativo y a veces al periodismo. El crimen mafioso del cura Juan Viroche está mostrando todas esas miserias a la vez en la escena pública”, precisó.
En ese sentido, el legislador de Bien Común denunció que “la cobertura que se hace provincialmente del tema dista mucho de la realidad de lo que dice el expediente, de la realidad que dicen los familiares y de la realidad de lo que dicen las personas que lo vieron horas antes” y aseguró que “eso tiene que ver con cierta naturalización de un fenómeno de tipo mafioso”.