La Red Nacional Antimafia realiza su sexto Congreso. En su primera parte hablaron Jueces, líderes religiosos, un ex director del Banco Central, un economista, un sociólogo experto en seguridad y un periodista de investigación.
En la biblioteca Eva Perón, del Sindicato de Chóferes de Camiones, en el barrio de Parque Chacabuco, se desarrolla desde las 10 de la mañana, de este viernes 13 de abril, el VI Congreso Antimafia.
Diversas ong’s, lideradas por la Fundación Alameda, fueron creadoras en el 2013 de la Red Nacional Antimafia. Desde entonces que todos los años realizan un encuentro nacional abierto y público para conocer el diagnóstico de crimen organizado en nuestro país y de esa manera encontrar las mejores políticas públicas para erradicar a las mafias que operan en toda la Argentina en diversas modalidades.
En la primera parte del Congreso Antimafia se pudo escuchar a tres jueces federales, Ariel Lijo (Fuero federal CABA), Jorge Rodriguez (fuero Federal en la localidad bonaerense de Morón), y Javier López Biscayart (juez en lo Penal y Económico).
“Terminemos con la puesta en escena”. Frase contundente del juez Lijo. “En causas de consumo de drogas por año se tiran a la basura 12 millones de dólares. Esto se calcula de sueldos que se pagan a los funcionarios policiales, judiciales, en los insumos. Porque son causas que luego terminan siendo calificadas como conductas licitas. Entonces todo el proceso judicial que hace más de diez años se inicia por consumo terminan en nada. Ya gastamos 100 millones de dólares. Por año llegan a los juzgados 15 mil expedientes de este tipo”, aseguró este juez en los tribunales federales de la Ciudad de Buenos Aires ubicados en la avenida Comodoro Py, barrio de Retiro.
Desde la mirada económica, algo que no es usual para analizar al crimen organizado, el director del Banco Central echado por el gobierno de Mauricio Macri sostuvo que “debemos analizar los sistemas de pago de la mafia. Son las redes financieras, los fideicomisos, off-shore, financieras, bancos, vinculados al pago de la mafia. Y es justamente este gobierno quien hace una semana autoriza girar utilidades sin pasar por el Banco Central”, aseveró Pedro Biscay. Que cerró su exposición dando el ejemplo de “Mercado Libre como intermediario ilícito que el Estado no controla”.
En sintonía con la economía, Agustín D’Attelis habló de los 23 mil millones de pesos que se fugaron desde que dirige el gobierno Mauricio Macri. “Para revertir esto tenemos que dar una pelea cultural. Esa es la manera de revertir esta política”.
Los referentes religiosos fueron diversos. Un rabino, un sheij, un monseñor católico y un católico siriano de Antioquia. Desde el público escuchaba con atención una pastora evangélica.
El sheijk Mahmud Aid, que viajó desde la provincia de Tucumán, fue contundente con la falta de diálogo interreligioso profundo y sincero. “Es el gobierno de Tucumán quien maneja el diálogo entre las religiones, que es un diálogo elitista. Desde el 2001 hasta el 2006 que participamos pero luego nos apartaron cuando se produce la guerra de Libia y hubo una nuevo apartamiento discriminatorio cuando un miembro de nuestra comunidad brindó una entrevista a la Gaceta desde Siria. Por eso queremos que se vuelva al diálogo porque el hombre es enemigo de lo que desconoce”.
Ugo Adams, de la iglesia ortodoxa Siriana de Antioquia, explicó que su iglesia llega a la Argentina en 1915 tras la conocida masacre de Armenia, que la mitad eran sirianos. “Nuestra iglesia es pobre, de trabajadores, por eso trabajamos en nuestra identidad, y vemos que el diálogo interreligioso es posible hasta en la propia Siria donde ningún musulmán, por ejemplo, me ha cobrado una comida por ser sacerdote católico”.
Por su lado el rabino Damián Karo, de la sinagoga en la calle Libertad y miembro de la Fundación Judaica, destacó el dilema entre “el héroe pagano y los mártires. Que en definitiva es ser versus tener. Es amor versus ego. Ahí la figura de los profetas. Quienes son los emergentes sociales de una época. Hace 28 siglos atrás el profeta Amos, que era un campesino, se quejaba de lo mismo que nosotros las injusticias sobre el hombre. Por eso hoy nuestro profeta es Jorge Bergoglio, el Papa Francisco quien denuncia las injusticias de este sistema. Por eso debemos ser hacedores de nuestra época haciendo llegar al Papa a su país”.
El último orador de la mesa de diálogo interreligioso, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, quien dirige la Academia de Ciencias del Vaticano. “Es cierto como dijeron mis hermanos que en la tradición se encuentra el diálogo interreligioso. Por eso que el Papa Francisco invitó a todas las religiones a enfrentar juntos a las nuevas formas de esclavitud que son lesa humanidad. Debemos obrar juntos para defender la dignidad humana”.
El creador de Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la primera fuerza de seguridad tras el regreso de la democracia es Marcelo Saín. Este sociólogo creador de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), en su primera versión luego deformada, dijo que la manera de enfrentar “al narcotráfico es teniendo el culo limpio, como es Gustavo Vera. También debemos tener nuestro propio mapeo criminal que este en manos de las fuerzas de seguridad. Más la creación de una policía científica anti-narcotraficantes”.
Para el periodista de investigación, Andrés Klipphan, “los políticos se mueven por interés político y nunca abordaron la lucha contra los narcos desde la salud pública tampoco la trata laboral que hasta involucra hoy a la primera dama. Por eso el propio Forgione, periodista italiano, en su libro Mafia Export registra como capos mafiosos italianos residían en la Argentina con total complicidad de jefes policiales y gobernadores”.
Por el panel de la Casa Común y Desarrollo hablaron el senador nacional Fernando “Pino” Solanas, el juez federal Sebastián Casanello y el miembro de la Pastoral Social Nacional, Joaquín Cocconi.
“Francisco con la encíclica Laudato Si creó un manifiesto contra la desigualdad de generaciones. Es un llamado a una reacción”, aseguró el juez Casanello.
Mientras que el líder de Proyecto Sur, director de cine y reconocido parlamentario por el medio ambiente. sostuvo que “Laudato Si ni se estudia en las parroquias y es un documento más y propone un cambio cultural para toda la civilización. Nos invita a salvar la humanidad consumiendo menos energía.”
Para el joven Coccini de Cuidadores de Casa Común “la iglesia es articuladora de luchas y las políticas públicas hay que hacerse con la gente y no solo para la gente”.