El juez penal subrogante de Morón, Néstor Barral, resolvió este martes 11 de abril el levantamiento completo de la medida cautelar presentada por los vecinos. No le importó que no cumpla con la evaluación de impacto ambiental y que el CONICET desaconseja  categóricamente la utilización de la Base Militar como aeropuerto comercial y señala todas las omisiones.

Esto significa que autoriza a FlyBondi y a cualquier otra aerolínea a operar vuelos comerciales en forma ilimitada durante las 24 horas desde la Base Aérea Militar de El Palomar.

Asimismo dio vía libre para que continúen las obras en el sector de los hangares militares, pese a las presentaciones judiciales para que se resguarden ya que están protegidas por la Ley de Sitios de Memoria, porque de allí partían los “Vuelos de la Muerte” y pese a que en la inspección ocular realizada por la Jueza Forns, la sobreviviente Zoraida Martin reconoció esos hangares como el lugar donde estuvo secuestrada y torturada en la última Dictadura Militar.

Lucas Marisi, el vecino y abogado que motorizó el amparo que derivó en la medida cautelar, y que lidera las demandas contra lo que los vecinos llaman el “aeropuerto trucho” construido en la Base Aérea Militar, afirmó que “va apelar esta resolución, porque a pesar del amparo, no se ha cumplido con el procedimiento de evaluación de impacto ambiental exigido por ley. Por eso, el levantamiento de la cautelar es ilegal: no se ha cumplido con la Ley de Ambiente ni tampoco ha intervenido ni el Ministerio de Ambiente de Nación, ni el Organismo de Desarrollo Sustentable de Provincia (OPDS)”.

Agregó Marisi que “el acto administrativo denominado DIA (Declaración de Impacto Ambiental) que debe emitir el Ministerio de Ambiente de Nación nunca apareció porque no existe, ya que no se realizó el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, que no es reemplazable por los estudios ambientales, hechos unilateralmente y sin control de nadie, por Aeropuertos Argentina 2000 y que el CONICET criticó duramente por estar llenos de errores y ocultamiento de información”.

“Por eso, la decisión de Barral es de la más absoluta ilegalidad y clandestinidad ambiental, sobretodo porque el Juez nada dijo de las dos veces que FlyBondi violó la medida cautelar superando el tope de vuelos permitidos”, expresó Marisi.

Un informe del CONICET “desaconseja categóricamente la utilización de la Base Militar de El Palomar como aeropuerto comercial y señala todas las omisiones, falencias e inconsistencias de los estudios ambientales hechos por Aeropuertos Argentina 2000”.

El CONICET concluye que “la ubicación de El Palomar lo ubican entre las peores ubicaciones dentro del contexto internacional, para operar un aeropuerto ya que se encuentra entre los que menor distancia tienen entre la cabecera de pista y las viviendas próximas, lo que agravará la contaminación de ruidos y gases sobre la población de los alrededores, con consecuencias nocivas sobre la salud y el medio ambiente, al margen del peligro mortal de una tragedia aérea”.

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