La Alameda y SUTCA unidos

El Sindicato Unidos de Trabajadores Custodios Argentinos (SUTCA) y la Fundación La Alameda están unidos para enfrentar a las cooperativas truchas.

Para ambas organizaciones, bajo la figura de cooperativas se esconden empresas que de esta manera eluden aportes patronales y al fisco.

Los trabajadores que allí se desempeñan no son “socios”, ya que no participan de las decisiones, ni de la repartición de las ganancias, sino que son empleados en relación de dependencia, pero en condiciones de precarización laboral respecto a los trabajadores registrados y enmarcados en su convenio colectivo.

En efecto, no gozan del aguinaldo, de vacaciones pagas, de licencias por enfermedad, ni de ninguna protección laboral que establece la Ley de Contrato de Trabajo y los Convenios Colectivos sectoriales.

Para lograr una justa indemnización por despidos injustificados deben emprender largos litigios que no siempre se ganan, y que muchas veces deben conformarse con mucho menos de lo que le corresponde para llevar un pan a la mesa de su familia.

La mayoría de las cooperativas de trabajo y servicio nacieron producto de la necesidad laboral, frente a la falta de generación de empleo, intentando llevar adelante procesos para mejorar las formas de trabajo, acompañado con un espíritu solidario, justo e inclusivo entre los trabajadores que las conforman.

Pero las patronales, con el afán de aumentar sus ganancias y desprenderse de sus obligaciones, fueron utilizando y deformando esta herramienta. Obviamente siempre con el visto bueno de los organismos que deberían controlar.

El caso de las cooperativas de Seguridad Privada es uno de los casos más controvertidos. Empresas registradas jurídicamente como cooperativas tienen gran cantidad de empleados, pero bajo la figura de “socios”, y lo peor en estos casos es que muchas de estas empresas prestan servicios para el Estado, sin que este haga ni un llamado de atención al fraude laboral.

En el caso de la industria textil, es muy común que talleres clandestinos utilicen la forma jurídica de cooperativas de trabajo para eludir responsabilidades. Estos muchas veces son guiados por las grandes marcas de ropa, que son los verdaderos dueños de los talleres, a inscribirse de esa manera.

Hay que evitar que la forma jurídica de cooperativas sean el canal por el cual imponer políticas precarizadoras, por eso es muy importante sumar todos los sectores sindicales en esta pelea y que los gremios empiecen a entender la importancia de tener a los trabajadores cooperativistas de su rama dentro de sus filas.

Desde las organizaciones sindicales se puede separar la paja del trigo en defensa de los trabajadores cooperativistas que trabajan día a día para llevar el pan a su casa, y delimitarse de las fraudulentas que precarizan y evaden responsabilidades.

El crecimiento de cooperativas truchas también es un avance a la destrucción de nuestros sindicatos.

Desde el Sindicato Unidos de Trabajadores Custodios Argentinos (SUTCA) y la Alameda se emprenderán todas las acciones en la calle y en los organismos, para enfrentar estas políticas de fraude laboral por parte de los empresarios, defendiendo siempre a los trabajadores que hoy son rehén de algunos punteros y/o patronales. Pero no es lo mismo hacerlo desde la soledad, que en conjunto con la Central Obrera.

Particularmente en nuestra industria textil es de vital importancia, ya que el 80% de nuestros compañeros son NN, no existen para el registro laboral con toda la implicancia que eso trae (pérdida de derechos absolutos).

Los que no están precarizados, están esclavizados, y eso, además de ser un problema humano esencial, es un problema para toda la industria, ya que deprime y pisotea los derechos elementales de los trabajadores.

De seguir avanzando este modelo esclavista, el fin será llevarlo a todas las ramas posibles, porque siempre la excusa es la misma “bajar los costos laborales” y maximizar ganancias.

Desde CGT y junto al movimiento obrero organizado es que se puede poner fin a estos modelos y avanzar por el reconocimiento de más derechos para los trabajadores.

No debemos dejar avanzar la idea liberal de crear miles de organizaciones “democráticas” para cada cosa. Nuestro modelo sindical argentino es la envidia de la mayoría de los países del planeta, por eso lo defendemos y estamos dispuestos a fortalecerlo, siempre que este modelo nos incluya como lo que somos: “trabajadores”.

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