Jorge Castillo, empresario líder de la Salada, llegó al estudio en Canal 26 con sus custodios y su acostumbrada impunidad de años de coimas a políticos y policías, a vender espejitos de colores, pero la Alameda dejó en claro que no le tiene miedo a ningún mafioso menos que menos a los que en el 2006 nos vinieron a quemar la sede cuando comenzamos las denuncias de trabajo esclavo.
Nuestra posición es que La Salada puede vender un 50 por ciento más barato que las marcas y tener a todos los laburantes bajo convenio, con todos sus derechos. Sino lo hacen es porque les conviene a los explotadores y coimeros llevársela la fortuna sin distribuir riquezas con los trabajadores y cumplir con las leyes vigentes.
este tipo de la salada que cara dura que es,niega que existe el trabajo esclavo, es un H.D.P