El siguiente artículo fue redactado por Camila Montero
El jueves 23 de octubre, la Alameda participó de una charla realizada por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en la Facultad de Arquitectura de la UBA, donde se cursa la carrera de Diseño de Indumentaria.
Muy especialmente fueron invitadas dos de nuestras compañeras, costureras de la cooperativa textil “20 de Diciembre”, quienes habían participado anteriormente en un documental realizado por el ANSES donde se relata muy brevemente algunos datos y realidades dentro de los talleres clandestinos de confección en la Ciudad de Buenos Aires.
Terminado el documental, el encuentro de La Alameda con los facultativos continúo con el relato de las trabajadoras de la cooperativa. Ellas contaron su experiencia de haber sido víctimas de trata y trabajado esclavo ante 300 estudiantes conmovidos que deseaban saber más de su historia. También preguntaron sobre las acciones de la Alameda en la denuncia de grandes marcas, que hasta ese momento los estudiantes veían como monstruos intocables. Parecía difícil de comprender que un movimiento social llevara al banquillo a 85 grades marcas.
Se mencionó la Ley de Trabajo a Domicilio (12.713) como herramienta clave en esa lucha, además de los escraches y la puesta en la agenda pública de la existencia de trabajo esclavo, disparado muy especialmente por el incendio en el taller de Luis Viale en 2006, donde murieron 6 personas, entre ellas cuatro menores.
A partir de este hecho y las prolongadas denuncias de la Alameda se desarrollo el equipo interdisciplinario en el INTI que organizó la charla del pasado jueves. Estos mismos expertos del INTI son los encargados de llevar adelante el Polo Textil de Barracas y la puesta en funcionamiento de las máquinas confiscadas a un empresario coreano después del histórico fallo del juez Torres, que por primera vez aplicó la ley de trabajo a domicilio que en su artículo 4 habla de la solidaridad entre fabricante y taller clandestino. La ley aplicada por el juez Torres para el Gobierno Nacional, a través de su ministro Carlos Tomada, debe ser derogada y puntualmente quitan en su proyecto elevado al Congreso Nacional, el artículo 4 y dos artículos penales (35 y 36), pretendiendo con ello que las grandes marcas de ropa no sean penadas con su producción en talleres clandestinos.
La actividad en la universidad forma parte de Extensión del Programa de Certificación, Compromiso Social Compartido en la Industria de la Indumentaria, que apunta a asesorar a las empresas para que cumplan requisitos a fin de mejorar las condiciones laborales en el sector (ausencia de trabajo infantil y forzado, trabajo registrado y adecuadas condiciones de higiene y seguridad) y a obtener la certificación de INTI.
EL MINSTERIO DE DEFENSA CERTIFICADO EN EL INTI
Algunos resultados ha tenido el programa. Después que la Alameda denunciara en mayo de 2007 a Glidado, una empresa que se dedicaba a la confección y venta de uniformes para la Policía Federal, la Bonaerense y las Fuerzas Armadas, por utilizar talleres clandestinos ubicados en el barrio de Floresta, el Ministerio de Defensa se adhirió al programa de certificación del INTI: a partir de ahora, en las licitaciones, deberán garantizarse las condiciones laborales dignas de los trabajadores.
Sin embargo, el mensaje del programa va dirigido más a la conciencia del consumidor y el fabricante, ya que el organismo no posee poder de policía. La denuncia de grandes marcas no es un objetivo. Por ello los estudiantes creyeron de vital importancia la difusión de la lista de marcas denunciadas y el accionar de la Alameda a este respecto.
La transformación de toda una industria basada en la superexplotación de los trabajadores no puede descansar sobre la conciencia de los consumidores y fabricantes, y menos cuando hablamos de un fenómeno global. Es necesario el accionar de la justicia para combatir el trabajo esclavo. Aun así, el hecho de que un organismo de Estado apele al compromiso social por parte de todos los actores sociales representa un avance importante.