Artículo escrito por Ayelén Arcos
El viernes tres de octubre los abogados denunciantes en la causa contra el trabajo infantil en las granjas de Pilar, Pablo Sernani y Rodolfo García, y miembros de La Alameda fueron invitados a integrar el debate en torno al trabajo infantil en el marco del seminario cuatrimestral de Universidad y Sociedad, al que concurren alumnos de diversas carreras dictadas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
Al mismo concurrió Susana Santomingo, Secretaria de Derechos Humanos para el Sindicato de Empleados de Comercio y representante de la Comisión para la Erradicación del Trabajo Infantil (CETI). Este organismo es integrante de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur que opera a nivel de algunos países latinoamericanos y que convoca a dos representantes de cada Central Sindical, en nuestro país: la CGT (Confederación General de Trabajo) y CTA (Central de Trabajadores Argentinos). La CETI trabaja en la implementación del Programa de Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la Organización Internacional del Trabajo.
Allí se debatió en torno a las problemáticas en relación al trabajo infantil en la región y las incumbencias del sindicato y del Estado en la erradicación del mismo. Santomingo anunció un plan por parte del CETI para denunciar la trata de niños con fines de explotación sexual e invocó una toma de consciencia, una renovada confianza en los dirigentes sindicales y un trabajo por parte de los estudiantes para exigir al Estado que cumpla con las funciones que debería asumir. Asimismo agregó que, no obstante su disconformidad frente a la nueva ley de trata, la legislación vigente es una herramienta eficiente para combatir el trabajo infantil y enumeró una serie de artículos y pactos internacionales que eran violados frente a estas formas de explotación.
Entre acusaciones cruzadas los abogados representantes de los trabajadores de las granjas de Pilar expresaron su disgusto ante la indiferencia por parte de los representantes sindicales frente a las condiciones de trabajo y de vida en que se hallaban las familias brutalmente explotadas a pocos kilómetros de la capital. Prescindiendo de la enumeración de artículos y leyes, Sernani incitó la indignación de muchos estudiantes allí presentes con la descripción de las condiciones en que diariamente hombres, mujeres y niños eran reducidos a la servidumbre en las granjas de Pilar. Dichas condiciones eran ya conocidas por algunos estudiantes y los representantes sindicales gracias a las cámaras ocultas preparadas por miembros del Movimiento de Trabajadores Excluidos y La Alameda exhibidas en los medios masivos de comunicación en vísperas del Día del Niño.
El debate culminó con una activa participación del estudiantado interesado por indagar acerca de la forma en que los abogados junto con La Alameda se organizaban para combatir las formas de explotación que no sólo se vivenciaban en las granjas sino también en condiciones análogas dentro de talleres textiles.