Las nuevas formas de esclavitud, y sobre todo el tráfico humano, es una de las preocupaciones que más tiempo le dedica la Academia de Ciencias y Ciencias Sociales del Vaticano por órdenes expresas del Papa Francisco a pocos días de haber asumido hace casi cinco años.
En un nuevo encuentro del grupo Ética en la Acción, este lunes 12 de marzo, en la Casina Pio IV, empezó la primera jornada sobre tráfico humano. Mañana martes, al cumplirse cinco años del Papa argentino, es la última jornada de este Coloquio que organiza monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, un argentino que reside en el Vaticano desde 1971.
El titular de la ong Alameda y docente, Gustavo Vera, integrante del grupo Ética en la Acción, expuso hoy por la tarde en el capítulo titulado “dimensión y solución al tráfico humano”.
El debate inició con las palabras del tercer funcionario de peso en el gobierno del Vaticano, el Secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Gallagher, más conocido como el canciller del Papa Francisco.
Las otras presencias de gran peso internacional contra el tráfico humano son los funcionarios de la República de China.
Haibo Wang, director del sistema nacional de trasplantes del Ministerio de Salud de China, hizo un mea culpa reconociendo que en un pasado se equivocaron en el control y penalización del tráfico de órganos, y por otro ratificó la declaración de febrero del año pasado en el primer encuentro internacional sobre tráfico de órganos desarrollado en la Casina Pio IV.
“De hecho ahora China abrió las puertas de hospitales, sanatorios y otras dependencias para que haya controles sobre su política sanitaria”, contó Vera desde Roma.
Un norteamericano experto en la lucha contra el tráfico de órganos, Francis Delmonico, aseguró que producto de estos encuentros en el Vaticano ahora China marca el camino reformando su modelo y que si resulta eficaz va genera un efecto contagio para otros países.
En el texto de convocatoria a este séptimo encuentro de Ética en Acción se cita unas palabras del Papa argentino y jesuita.
“En el curso de estos últimos años no han faltado importantes actividades de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales bajo el vigoroso impulso de su Presidenta, del Canciller y de algunos colaboradores externos de notorio prestigio, a quienes agradezco de corazón. Actividades en defensa de la dignidad y libertad de los hombres y mujeres de hoy y, en particular, para erradicar la trata y el tráfico de personas y las nuevas formas de esclavitud tales como el trabajo forzado, la prostitución, el tráfico de órganos, el comercio de la droga, la criminalidad organizada. Como dijo mi predecesor Benedicto XVI, y lo he afirmado yo mismo en varias ocasiones, éstos son verdaderos crímenes de lesa humanidad que deben ser reconocidos como tales por todos los líderes religiosos, políticos y sociales, y plasmados en las leyes nacionales e internacionales”, dijo el Santo Padre en junio de 2016 en la cumbre de jueces y fiscales de todo el mundo contra la trata y el crimen organizado.
Por último en el Vaticano reivindican las coincidencias totales con Naciones Unidas en la lucha contra las nuevas formas de esclavitud.
“Después del discurso del Papa Francisco en Naciones Unidas fijaron por unanimidad los objetivos del desarrollo sostenibles. La Meta 8.7 reza: “Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”.
Como conclusión quienes conforman “Ética en Acción” proponen primero obtener una estimación lo más ajustada posible de la extensión del fenómeno y de los lugares más afectados por las nuevas formas de esclavitud. Segundo, proponer modelos y buenas prácticas que sean eficaces para tener un mundo donde la dignidad, justicia, libertad y paz de cada persona sea una realidad”.