En el país de VACA MUERTA: No hay GAS

La última semana de mayo llegó con frío polar y una situación de crisis en el sistema energético argentino, a punto tal de haber desafectado el suministro de GNC e industrias interrumpibles en las provincias del centro y norte del país.  A las obras retrasadas se sumaron las consecuencias concretas de políticas económicas que sirven en el Excel pero chocan con la realidad.

Si bien el primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) se realizó en tiempo récord en el año 2023, el segundo tramo y obras anexas necesarias (Plantas de Tratayen y Salliqueló) vienen retrasadas, lo primero por los procesos licitatorios y los segundos, por la licuadora y la motosierra.  Lo mismo la reversión del gasoducto norte que, por diferencias no resueltas en la forma de financiamiento, todavía no avanza en su ejecución.

Asimismo, con el sistema incluso en puntos límites, la falta de previsión eficiente por parte de las actuales autoridades de energía y la política de endiosamiento del superávit fiscal por sobre todas las cosas, hicieron que la necesidad de importar energía no fuera satisfecha ni en tiempo ni en cantidad.

Se contrataron la mitad de los barcos necesarios y, al adelantarse el frío y ser sostenido, no están los barcos y por tanto debió comprarse de emergencia fuel oil y gas oil en grandes cantidades y a un costo enorme: 500 millones de dólares.  Es necesario recordar en este punto que gran parte de la producción de energía eléctrica se realiza a base de gas, por lo tanto sin gas suficiente y sin otro combustible que alimente las usinas la crisis sería aún más extrema.

También hay que decir que al momento de contratar a los barcos de GNL el gobierno pretendió que las empresas lo paguen al valor de contrato (12 dólares el millón de BTU) pero lo cobren a 4 dólares. Las empresas no accedieron y aquella primera licitación quedó caída.  El Estado recién entonces asumió absorber la diferencia (subsidio).  Más retrasos en la antesala del ingreso de la ola polar.

La visión del negocio por sobre el criterio de servicio público vigente desde hace ya bastante tiempo, amparada hoy más que nunca por un Estado que no detenta una visión soberana y estratégica ni una planificación integral de la energía junto con todos los factores económicos y que, incluso, se vanagloria de dejar todo librado al mercado y de buscar el superávit a toda costa (política que tiende al subsidio 0)  nos está dando una primera muestra de sus resultados.

Precariedad. Costosa precariedad.

En resumen, una visión fragmentada, un serio problema de gestión y desatención de las alertas en el sistema y la combinación del frío con problemas técnicos en dos Plantas de la Transportadora de Gas del Norte constituyeron la tormenta perfecta de la actual crisis de falta de gas.

La improvisación del gobierno, su mala pericia, las prioridades mal ubicadas, finalmente nos ha salido muy caro.

Muy caro en términos de los costos de compra urgente del barco de Petrobras (que ingresó tarde por no aceptar la carta de pago…… les suena relaciones diplomáticas?), del fuel oil y del gas oil.  La falta de previsión implicó que se gastaran 500 millones de dólares en combustibles líquidos de urgencia cuando dos barcos contratados a tiempo habrían costado alrededor de 60 millones de dólares.  No haber realizado las inversiones necesarias desde fines del año pasado a la fecha por “ahorrar”, también hace que en el país de Vaca Muerta no haya gas y que mantener prendida la luz y la hornalla en cada hogar tenga un costo irrecuperable, varias veces superior al “ahorro” que festejaron dentro del superávit fiscal al atrasar las inversiones en el GPNK y sus anexos.

Muy caro a quienes trabajan a diario con  vehículos  a GNC por ejemplo y vieron afectada su ya magra actividad económica de subsistencia. Muy caro a las industrias con suministro interrumpible que tuvieron que frenar la producción y suspender a sus empleados mientras dura la crisis.

Este llamado de atención debe ser escuchado por el gobierno.  Todo indica que el invierno será crudo y duro.  La energía, su uso racional, el acceso universal al mismo, la garantía de la capacidad del suministro, la contratación del gas importado necesario y al menor costo posible, el sostenimiento de inversiones necesarias para mejorar nuestro propio auto abastecimiento, son cuestiones centrales que no se pueden dejar libradas al azar, ni al mero interés privado ni subordinadas a datos económicos forzados.

 

APENDICE DATOS TECNICOS

  • Inversiones atrasadas

El Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) fue diseñado para transportar desde Vaca Muerta unos 11 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas natural hasta la conexión con el Neuba II en Salliqueló. Se licitaron dos plantas compresoras adicionales de 5 MMm3/d cada una para extender su capacidad a 21 MMm3/d.

La demora en el proceso licitatorio del GNK 2 que aportaría otros 20/22 millones de m/3 por día es un dato no menor porque habilitaría gas natural para el consumo de generadoras y residenciales de la zona central del país

La decisión de ajustar el gasto público sin elaborar un orden de prioridades afectó la terminación de los trabajos en las Plantas Compresoras de Tratayen y Salliqueló en el Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) que implica una pérdida de transporte de gas natural de 11/12 millones de m3/día y también atrasó el gasoducto Mercedes-Cardales.

  •        Problemas de gestión y de previsión

El desmantelamiento paulatino de Cammesa y su desafectación del manejo del GPNK (tramo 1), el gas importado de Bolivia y el gas contratado de los barcos en Escobar (15% del gas natural a transportar) a manos de Enarsa impide un manejo integral y unificado de las herramientas existentes para hacer frente a los momentos de crisis

La decisión de contratar 10 barcos de GNL en lugar de 20 ha sido absolutamente desacertada.  Ahora de urgencia se tuvo que salir a adquirir 200.000 toneladas de fuel oil y 350.000 m3 de gas oil por un monto de U$s 500 millones de dólares no trasladable a la factura de gas.

La Secretaría de Energía no contrató un barco regasificador para Bahía Blanca durante el verano, que podría haber aportado unos 13 MMm3/d de gas natural en el invierno como respaldo del sistema.

El retraso de la recarga del barco brasileño de Petrobras contratado en la emergencia se debió a un aparente problema administrativo, de no validar la carta de pago.  En situaciones donde las relaciones diplomáticas con países hermanos pero además socios estratégicos se ven dañadas, es lícito pensar que la falta de confianza mutua no colaboró con la agilidad del trámite.

  • Otros factores

Generación eléctrica: Las inundaciones en Porto Alegre, Brasil, cortaron una potencial fuente de importaciones de energía hidroeléctrica

Altos costos: El faltante de gas se cubre con importaciones de combustibles líquidos (gasoil y fuel oil) para las centrales termoeléctricas, con un costo superior a 500 millones de dólares  (2 barcos regasificadores contratados a tiempo hubieran tenido un costo aproximado de 60 millones de dólares.

Previsión climática: el gobierno no prestó suficiente atención a la situación climática que ya viene previendo un invierno crudo para este año.  El adelantamiento de la ola polar puso en crisis al sistema.  Este es un alerta que debe ser atendido.

  • Usuarios

Desde el 3 de abril está vigente un aumento de tarifas en sus cargos fijos y variables para todos los usuarios de gas natural por redes que rondará el 400% promedio.  El gobierno sólo suspendió de momento los posteriores incrementos mensuales que había autorizado a partir de mayo.  Pero durante este mes de mayo y centralmente junio se notarán las facturas con aumento.  Adicionalmente anunció ayer el área de energía que buscará reducir, acotar o quitar los subsidios que aún mantienen un sector de usuarios con lo cual al combo antes descripto se sumará la tensión de los usuarios (domiciliarios, comerciales o industriales) con el acceso concreto al servicio.

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