El titular de La Alameda, Gustavo Vera, participará entre este jueves y viernes de un coloquio en el Vaticano, denominado de “Ética en Acción para el Desarrollo Sostenible e Integral de la Paz”.
El evento, que cuenta con el respaldo del Papa Francisco, se llevará a cabo entre las 9:00 y las 19:30 en la Academia Pontificia de Ciencias que encabeza monseñor Marcelo Sánchez Sorondo.
Además del también legislador porteño de Bien Común , estará el senador de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas como representantes de la Argentina.
Asimismo habrá empresarios, embajadores profesionales, profesores y líderes de distintas comunidades religiosas, entre ellos la reveranda de Japón Kosho Niwano y el ayatollah Mostafá Mohghegh Damad.
También participará el cardenal ghanés Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede.
Vera será el encargado de cerrar la jornada inicial del coloquio, en una mesa en la que también expondrá “Pino” Solanas, mientras que el viernes intervendrá en dos de las sesiones que habrá, también junto al senador de Proyecto Sur.
El objetivo de esta reunión es el de “contestar la pregunta planteada por el Papa Benedicto XVI a los representantes de las religiones líderes mundiales juntadas en Assisi para rezar para la paz: ¿”Cuál es el estado de paz hoy?”
La idea también es “promover sociedades pacíficas y globales para el desarrollo sostenible, proporcionar el acceso a la justicia para todo y construir instituciones eficaces, responsables y globales”.
Sin embargo, se remarcó que “la gente vive en el apretón de miedo constante, con miedo que en cualquier momento la tormenta inminente pueda romperse sobre ellos con la violencia horrorosa”.
“Hoy, la paz está siendo asfixiada por la violencia ‘poco sistemática’, amenazada por guerras en países diferentes y continentes, la proliferación de armas de destrucción masiva, la subida de terrorismo por actores no gubernamentales y supuestos estatales (unos algunos motivos religiosos que reclaman), los abusos sufridos por especies migratorias y víctimas de tráfico humano, y la devastación del entorno”, se agregó a manera de introducción.
Asimismo, se indicó que “al mismo tiempo, el paisaje social económico ha sido transformado por la globalización, no sólo por la interdependencia aumentada económica y tecnológica, sino también por cultivar disparidades económicas y la globalización de la indiferencia -con su manifestación extrema en las nuevas formas de esclavitud como el trabajo forzado, la prostitución, el tráfico de órgano y el crimen organizado-.
Es por eso que se planteó que “la búsqueda común de paz y justicia en un mundo que respete la dignidad de cada persona humana, pueda ser posible y dé fruto”.