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ni esclavos ni excluidos

La Alameda ratifica y amplia denuncia contra los tres diseñadores glamorosos

ByLa Alameda

Jun 13, 2011

El presidente de la Fundación Alameda y el abogado patrocinante estarán este lunes 13, a partir de las 9 horas, ante el juzgado Federal de Quilmes. Al cumplirse una semana de la denuncia contra tres diseñadores tops por usar talleres clandestinos con costureros indocumentados y sometidos a trabajo forzoso, la Alameda se hará presente por citación del juzgado a cargo de Luis Armella. El presidente de la fundación, Gustavo Vera, acompañado por el vicepresidente y abogado penalista, Mario Ganora, además de ratificar la denuncia estarán ampliando las pruebas que comprometen a los diseñadores y propondrán tres nuevos testigos a losya presentados en la denuncia original. El juzgado Federal de Armella se ubica en el partido de Quilmes, en la avenida 12 de Octubre 3300, y allí quedo tramita la causa Nº 596/02 caratulada “Nuñez, Pía y otros S/Pta. Inf. Leyes 26.364 y 24.769”.

Ante el revuelo que generó la denuncia penal de la Alameda, tras una investigación el semanario Democracia, se acercaron testigos a revelar detalles de las operatorias ilegales montadas hace décadas por los diseñadores glamorosos. Muchos de los declarantes temen a represalias por dar testimonio contra diseñadores de estrecha relación con el poder político y económico. Es público, por ejemplo, que Benito Fernández es amigo de la esposa del gobernador bonaerense y no es casualidad que transcurrido una semana ante tan detallada denuncia no haya actuado el Ministerio de Trabajo que depende en última instancia de Daniel Scioli esposo de Karina Rabolini amiga del diseñador Fernández.


Respecto a la justicia el panorama no es el mejor. Ha una semana de la denuncia el juzgado no tomó recaudos mínimos para evitar que se llevaran las prendas, moldes, etiquetas y otros elementos del taller clandestino en Avellaneda.

Sin embargo es lapidario el testimonio de María Laura Migueles, quien fue mano derecha del modista Benito Fernández durante dos décadas. Migueles acusa al diseñador de haber tenido siempre a sus empleados en forma irregular, además confirma la relación con los talleres clandestinos y que venden vestidos de altísimo valor evadiendo al fisco mediante facturas apócrifas. Esta mujer es reconocida por todas las famosas con el apodo “La Gallega” y es tal la intimidad con la farándula top porque fue la encargada durante 23 años de la casa de ropa más glamorosa del país. Por eso sabe que en las inspecciones a los locales que a las empleadas las hacían pasar por familiares o amigas, en cambio cuando iba un inspector de la DGI “en la oficina arreglaban algo”, sostuvo ante Democracia que publicará el extenso reportaje este lunes.

Migueles dio testimonio únicamente para el semanario Democracia y se comprometió a hacerlo en la justicia. En la entrevista periodística de la que participó Gustavo Vera, con quien se conectó la testigo, ratifica que la tallerista filmada en la cámara oculta del lunes pasado dentro del taller de Avellaneda es Lucía Pérez Nuñez, quien hace 20 años junto a su hermana Juana cosen para Fernández y hace casi una década para Laurencio Adot. En la entrevista Migueles confirma que en el taller clandestino de la calle Pitágoras se hicieron 15 trajes que uso la princesa Maxima Zorreguieta y hasta los que utiliza la jueza de la corte suprema Elena Highton de Nolasco.

El alma mater de Benito cortó relación con él tras un accidente laboral en el 2008. Ella no olvida como la discriminaron y como pasó de manejar la atención a los clientes tops a terminar cosiendo en el subsuelo de la boutique porque había quedado renga de una pierna y esto “no era estéticamente favorable”. Este maltrato la dejó marcada.

Otra de las testigos a aportar por la Alameda es Ana Muñoz, amiga de la tallerista Núñez. Tanto Ana como su hija y sobrinas trabajaron en el taller de la Calle Pitágoras al 1700 de Avellaneda. Entonces conoce muy bien que varios famosos se vistieron en la última entrega de los premios Martín Fierro con vestidos confeccionados en un taller textil.

CONTACTO: Gustavo Vera 15 6158 4835 / Mario Ganora: 15 5883 0233

ALTA COSTURA Y TALLERES

NO ES LA PRIMERA VEZ QUE LA ALTA COSTURA SE ENCUENTRA EN UN TALLER CLANDESTINO. Artículo escrito por Gustavo Vera, denunciante a nombre de la Fundación Alameda.

Uno de los argumentos principales usados por los diseñadores acusados de realizar sus lujosos vestidos en un taller clandestino de Avellaneda en condiciones de extrema precariedad fue que era “imposible que un taller clandestino haga ropa de alta costura”.

Las revelaciones de la modista María Laura Migueles que trabajó durante 25 años con Benito Fernández, quien sostiene que durante más de dos décadas el diseñador envió gran parte de su producción al taller clandestino que regenteaba Lucía y Juana Núñez demuestran lo contrario. Si bien el taller de la calle Pitágoras funciona hace una década, años anteriores las Núñez cocían para Benito Fernández en otro taller clandestino ubicado en Galileo y Copérnico y muchos años atrás en otro localizado en el sur de la provincia de Buenos Aires. Lo mismo reconoce Ana Muñoz, una amiga intima de Lucía Núñez quien admite que Benito y también Adot hace años que envían a confeccionar sus vestidos al taller clandestino denunciado la semana pasada. En ambos casos, reconocen que la relación de Jorge Ibáñez con el taller denunciado data de hace muy pocos meses.

Sin embargo, no es este el primer y único caso en el que se detecta confección de alta costura en un taller clandestino. En noviembre de 2005 la Alameda había denunciado un taller clandestino en la calle Tilcara 2143, en el barrio de Pompeya, que cocía para la diseñadora de la princesa Máxima, Graciela Naum. En aquel momento también se alzaron voces indignadas negando que fuera posible la confección de alta costura en un taller ilegal. Pocos tiempo después, cuando el trágico incendio de un taller clandestino en Caballito donde murieron seis personas, puso al rojo vivo el debate sobre el trabajo esclavo, la princesa Máxima emitió un comunicado donde se desvinculaba de Graciela Naum a raíz de la denuncia que comprometía a la diseñadora.

Meses después, en setiembre de 2006, Graciela Naum confesó a la Revista 23 que había decidido implementar“un programa para promover el empleo legal con la ayuda de Pierre Hupperts, un especialista holandés en responsabilidad social empresaria y moda… Me abrió la cabeza. Lo único que sabía como empresa era que a nivel legal mi responsabilidad no terminaba con mis talleristas, sino que yo era responsable por la gente que trabajaba ahí… Esto no se resuelve de un día para el otro. Hay que invertir, cambiar mentalidades, es una tarea ardua. Voy a invertir tiempo, esfuerzo y plata, El premio será cuando pueda ponerle una etiqueta a la ropa y decir: “Esto fue hecho de esta manera, con estos cuidados y responsabilidades”.” (Revista 23, 8 de setiembre de 2006)

En aquella nota Naum admite que “Me di cuenta de que pasaban cosas terribles y que uno las veía pero no las miraba. Pensaba: esto no es mío. Esto a mí no me pasa. Siempre tuve buena relación con mis talleristas, siempre intenté tener un trato más que comercial, trabajo con ellos desde hace años, hasta conozco a sus hijos. Pero me encontré con que, de toda mi cadena de producción, sólo conocía la cara de mi tallerista. De ahí en más, nada. Me conmovió enterarme a través de un informe cómo es la situación de las mujeres que trabajan en su casa. Mujeres que sacrifican estar con sus hijos, se sientan a la máquina y tienen que sacar adelante el trabajo, porque les pagan por prenda. Se dañan la columna, la vista. ¿Quién se hace cargo? Todo el trabajo en el mundo de la moda es temporario, todo está diseñado para que el empresario haga las cosas con el menor compromiso posible: económico, social, humano. Uno piensa: si hago las cosas bien, me va a salir más caro, voy a perder precio con respecto a mi competencia. Porque si todos los demás están trabajando sin pagar sus impuestos, reciben todo el trabajo en negro, yo me pregunto: ¿dónde está el beneficio de hacer las cosas bien? Estoy luchando contra molinos de viento. Me di cuenta de que tengo que hacerlo porque pretendo un mundo mejor, porque quiero que poco a poco las cosas vayan cambiando. Creo que se puede hacer y hasta puede ser un buen negocio hacerlo.

Pero lo más relevante de aquel artículo que pasó por alto en el mundo de la moda, es que Naum confiesa que para mucho de sus colegas “la estrategia es ¡no hagan olas! Si a mí no me hubiera pasado, no sé si ahora estaría haciendo esto. Ninguna marca puede decir que controla la forma en que se produce su ropa, Te lo firmo.”

Los consejos de Graciela Naum que había reflexionado sobre su experiencia, lamentablemente no fueron escuchados entre sus colegas. Y ahora las olas que querían evitar salpican a tres diseñadores judicialmente.

0 thoughts on “La Alameda ratifica y amplia denuncia contra los tres diseñadores glamorosos”
  1. Hola amigos/as. Acabo de crear en mi pàgina de facebook un Grupo denominado NO AL TRABAJO ESCLAVO!!! Les pido que se sumen. A ver si entre todos ayudamos a que la gente tome conciencia, que los y las trabajodores/as se merecen un trabajo digno, y para que se acabe la esclavitud en nuestro paìs.
    Basta de empresarios inescrupulosos que tienen gente que trabaja para ellos en negro, y en condiciones indignas de trabajo. Y para que tambièn se acabe, la complicidad polìtica de funcionarios que hacen la vista gorda, y tambièn de los jueces còmplices, como Oyarbide, que en el pasado fallò a favor de empresas que esclavizaban a sus trabajadores/as.

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