#SomosAlameda

ni esclavos ni excluidos

Los costureros tienen una alternativa. Ya lo demostraron en AGREST

ByLa Alameda

Dic 9, 2010

FOTO: Pegando donde le duele a los patrones. En las marcas. Después se duplicó la producción.

La oprganización y lucha cambió a los costureros de Agrest. El gran cambio empezó aquella madrugada de marzo, donde la delegada de la marca Agrest, Teresita, junto a los otros delegados, costureros de los talleres y cooperativistas se plantaron en la puerta de la fabrica AGREST (principal proveedora de Giesso, Pierre Cardin, entre otras). En la avenida Jujuy, a metros de Alsina, en el barrio de Once frente a los medios de comunicación se denunció a los cuatro vientos los atropellos que se suscitaban dentro de Agrest, y que en las publicidades televisivas solo muestra lo bonito de los trajes pero se olvidan de la vida cotidiana de los costureros. Ellos hoy recuperaron su dignidad.

Es que hacia 30 años, leyó bien, tres décadas, que los hermanos Agrest mandoneaban y matoneaban a los costureros, con la complicidad de Sindicato SOIVA que comanda Ranú y Rojas.

Después del escrache a Agrest los resultados no fueron menores y sirven como experiencia a transmitir a los otros costureros que están empezando o todavía no se animan a ponerse de pie.

FOTO: Gustavo Vera y Teresita el día del escrache a la fábrica Agrest. Los canales filmando.

Veamos algunos ejemplos de la situación interna:

La delegada Teresa lleva un juicio con la patronal por el pago de la producción como los establece el convenio en su articulo 4 bis (mas de $300). La patronal, fiel a la violación de derechos laborales, batalla con fuerza este reclamo en el plano judicial. Ahora bien, lo llamativo de esto son los testigos que la patronal pone a su favor. Aquí va los nombres: Dos encargados chupamedias. La ex delegada Matilde, que durante muchos años permitió el atropello de los derechos de los trabajadores de Agrest y siempre fue fiel a la burocracia pro esclavista del Soiva. Hasta lo pusieron a Jorge Lacaria, abogado paritario de la Cámara de la Indumentaria y apoderado de la fabrica Spring (que produce para la marca Levi’s). Y Carlos Benito Zelaya, ex delegado de Agrest, hoy miembro de la Comisión Directiva del Soiva. El señor Zelaya en vez de defender los derechos que garantiza nuestro convenio, se vendió a los explotadores. Juega de muñequito de la patronal. Una vergüenza de dirigente sindical que no puede mirar a la cara a los costureros de Agrest. Zelaya si tuviera corazón debería irse del SOIVA para no seguir jodiendo la vida de las familias costureras.

Por coherencia y lucha la delegada Teresa tiene más de 100 compañeros que atestiguan su reclamo, ya que con solo ver el recibo de sueldo no hay nada más que discutir.

Otro ejemplo que la lucha trae sus frutos es el escrache a la marca Giesso.

Desde las patronales y el sindicato viven atemorizando y paralizando a los costureros diciendo que si escrachamos a una marca (solidariamente responsable de nuestras penurias como lo establece la ley nacional 12.713, llamada Trabajo a domicilio) nos quedamos sin trabajo ya que la marca se llevaría su producción a otro lado.

Como somos fieles a nuestros lema que “si lo dice la patronal seguro que hay que hacer lo contrario” fuimos a hacernos escuchar y a responsabilizar a Mariano Giesso, el dueño de la marca que lleva su apellido.

FOTO: Mariano Giesso fue a frenar la marcha. En cambio recibió un petitorio por Teresita.

A fines de agosto concentramos en el paquete barrio Norte, la esquina de Callao y Santa Fé. El empresario Giesso se presentó en persona y dijo que iba a intervenir en los problemas de la fábrica y hasta prometió ir a la fábrica Agrest.

Obvio que no fue, pero lo importante es que esto dejó un antecedente político, ya que los mismos costureros de la marca le hicieron el reclamo y no solo que NO se quedaron sin trabajo sino que Giesso duplicó la producción.

La Alameda y los costureros organizados en la UTC derrumbaron otro cuento chino de los empresarios que repiten los inescrupulosos títeres sindicalistas.

Las marcas cuidan su imagen más que a sus hijos, por ende van a inventar cualquier cosa con tal de que no se le manche su nombre. Mientras vende glamour en la televisión y revistas, por detrás esclavizan y explotan costureros.

Ultimo dato, porque en realidad podríamos nombrar muchos más.

Los hermanos Agrest en su desesperación luego del escrache a Giesso quisieron juntar firmas para echar a Teresa. Se quieren matar porque no le firmó ningún costurero. Ante la derrota uno de los Agrest quiso pegarle a Teresita y los compañeros se le pusieron delante defendiendo a su delegada. Para que aprendan que los trabajadores recuperaron su dignidad.

Todo lo que hasta aquí les contamos alcanzó tan solo 9 meses, e hizo además despertar el ingenio y el valor de los costureros, y frente a diferentes reclamos como el pago de sueldo, se juntaron, planificaron que hacer y lo llevaron adelante.

Le empapelaron de volantes todo el bario de Once contándoles a los vecinos que clase de patrones se escondían detrás de esa puerta y esos letreros maravillosos. Obviamente pagaron al instante los hermanos Agrest.

La unidad, el coraje y la consistencia que necesitan los trabajadores para armarse y defender sus derechos es lo que va dejando esta experiencia de Agrest.

Otro detalle aprendido fue sacar el conflicto fuera de la fabrica e involucrar a la población, para que sepan que mugre hay debajo de la alfombra del glamour de las grandes marcas y los exitosos empresarios.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *