Ordenan la autopsia de Ezequiel Ferreyra

ByLa Alameda

Nov 20, 2010

El diario Tiempo Argentino y Página/12 informaron respecto a la autopsia que ordenó la justicia. Mientras que algunos canales de televisión por presión de la cadenas multinacional de supermercado, como Wall Mart, siguen negando la muerte de Eze.

Por Damián Pussetto
Lo dispuso el juez federal Adrián González Charvay. La Fundación Alameda y el Movimiento de Trabajadores Excluidos pedirán hoy a la justicia medidas para proteger a otros 200 niños que trabajan bajo las mismas condiciones.

La vida ya se le fue a Ezequiel. Pobre vida de seis años. Los últimos los pasó en una granja de la firma Nuestra Huella, entre la sangre y el guano de las gallinas y manipulando venenos con elementos cancerígenos. Su cuerpito sucumbió ante el tumor y las prácticas malignas. Ayer lo enterraron y recién ayer el juez federal, Adrián González Charvay, dispuso el secuestro de su historia clínica y la exhumación del cadáver para su  autopsia.
Un pedido interpuesto por la Fundación Alameda muy temprano a la mañana derivó en la acción del magistrado, quien determinó además el traslado de los restos a la Morgue Judicial ubicada en capital, pues la de Pilar no le brindaba garantías.
A su vez, representantes de Alameda y del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) repetirán hoy una solicitud que realizaron otras veces y que tiene que ver con que la justicia disponga un veedor que ingrese a las 70 granjas que la firma posee, acompañado de médicos para verificar si los alrededor de 200 chicos que viven ahí están en contacto con agrotóxicos.
Ambas instituciones entregaron a la justicia horas de filmaciones con “cámara oculta” en las que se ve a niños  trabajando descalzos y manipulando tres tipos de veneno: Furadan, Sipermetina y Nubal. Justamente, Ezequiel es uno de los que aparece relatando que hasta en su cumpleaños estuvo recolectando huevitos. “Así, así, así”, explicaba.
Juan Grabois, del MTE, le dijo a Tiempo Argentino: “lo que pedimos es una medida cautelar, que debiera interponerse con una simple sospecha y mucho más con el material que aportamos. Esto debe significar una alerta sobre nuestro sistema judicial porque se están violando los Derechos Humanos más elementales de esos chiquitos”.
El triste derrotero final de Ezequiel comenzó con una internación en un centro hospitalario por obra social y posteriores derivaciones hasta llegar al Centro Gallego, como particular. Allí encontró la muerte el martes, tras dos intervenciones. Allí se pudo ver a directivos de la empresa. Allí no pudieron acceder diputados nacionales y pediatras que se habían interesado por su salud.
Un hermetismo similar al dispuesto durante su velatorio y entierro, que algunos entendieron como maniobras tendientes a evitar la autopsia.
Cierto es que la mamá, el padrastro –que siguen trabajando en la granja– y algunas personas de la compañía, fueron los que encabezaron el humilde cortejo con sólo dos coronas. Una, con la leyenda “tus papis” y otra: “la empresa”. La única foto que presidió la sala velatoria fue una captura extraída, paradójicamente, de la cámara oculta realizada en 2008 por Alameda.
Al respecto, Grabois no duda sobre las intenciones de unos y otros. “La empresa quiso ocultar desde un primer momento, durante la internación en una clínica privada, que sería de alguien vinculado a la firma, hasta el entierro. En general, en estos casos se da que los familiares pueden hablar mucho tiempo después y recién cuando la justicia da claras señales de que va a actuar y protegerlos.”
Nuestra Huella nunca hizo pública su postura. Ayer, los muchos intentos de comunicación de este diario no pudieron franquear la barrera de “Alejandra no está”. Alejandra es Alejandra López Camelo, presidenta y accionista de la compañía. Sus socias son Leticia Esther García de Luaces y su hija Luz Luaces. Sobre las tres pesa un pedido de indagatoria y están denunciadas en causas laborales y penales por reducción a la servidumbre y trata de personas.

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-157062-2010-11-18.html

SOCIEDAD › EL CHICO QUE MANIPULABA AGROTOXICOS

Orden de hacer autopsia

Ezequiel Ferreyra, el niño de 7 años que murió de cáncer aparentemente por manipular agrotóxicos, será sometido a una autopsia, según lo dispuso ayer la Justicia. El cadáver del pequeño, que era sometido a trabajo esclavo en una granja avícola en la zona de Pilar, será exhumado para que se determine la causa que originó su muerte.

La Asociación Civil La Alameda, que denunció el caso de explotación infantil, informó que el Juzgado Federal de Campana N0 2 requirió a la policía que exhume el cadáver del niño, que había sido enterrado en la mañana de ayer. Desde la organización solicitaron a los funcionarios que llevan adelante la causa “que la autopsia sea realizada por médicos forenses especialistas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y por miembros del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI)”. El presidente de la asociación, Gustavo Vera, indicó que el objetivo del estudio es “corroborar” las causas del fallecimiento de Ezequiel.

Según denunció La Alameda, tanto Ezequiel como sus hermanos eran sometidos a la “manipulación de venenos cancerígenos” en una granja avícola de la empresa Nuestra Huella, empleadora de sus padres. A fines de septiembre, el pequeño fue internado y derivado a distintas instituciones médicas. Tras detectársele un tumor, recaló finalmente en el Centro Gallego, donde murió el martes.

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