La última jornada del Congreso sobre Trata y Crimen Organizado fue extraordinario. Se hizo un plenario de apertura, seis talleres de debates y asamblea general con más de un centenar de representantes de organizaciones que votaron más de 25 resoluciones para comenzar a luchar coordinadamente contra las mafias. En breve subimos más información y fotos de la parte final del Congreso Antimafia.
ENTREVISTA A GUSTAVO VERA:
http://veintitres.infonews.com/nota-6511-personajes-La-idea-es-armar-una-red-antimafia.html
“La idea es armar una red antimafia”
El dirigente estuvo al frente de un congreso contra la trata de personas y el crimen organizado. Su lucha por cerrar los prostíbulos y los talleres clandestinos.
Reflexión. “La trata, el trabajo esclavo, el narcotráfico son crímenes que persiguen fines económicos”.
El titular de la Fundación La Alameda, Gustavo Vera, estuvo al frente de la organización del congreso contra la trata y el crimen organizado “Por una Argentina sin mafias”, que se realizó del 3 al 5 de abril en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. “La idea es tratar de armar una red antimafia, empezar a tratar en conjunto todos los temas que tienen que ver con trata, el trabajo esclavo, el narcotráfico, el lavado de dinero, los delitos ambientales. Son crímenes donde se mueven asociaciones ilícitas que persiguen fines económicos para cometer delitos graves. El crimen organizado tiene fuertes contactos con sectores políticos, policiales y judiciales”, aseguró Vera en conversación con Veintitrés.
–¿Cómo se manifiesta esto en la Argentina?
–Son fenómenos que se manifiestan en gran escala. La mafia está cooptando el aparato del Estado donde hay una gran cantidad de funcionarios coimeros. En la Argentina hay medio millón de esclavos, 60 mil personas sometidas a las redes de trata, tenemos el récord de consumo de cocaína en Latinoamérica, se multiplican los carteles en nuestro territorio. Y mientras tanto, hay sólo dos condenados por lavado de dinero.
–¿Cómo se articula el mercado ilegal con el legal?
–Toda esa masa de dinero que se genera se lava en los casinos, en fideicomisos. Es una mafia que ser recicla en la burguesía nacional que no puede explicar el origen de su capital. A esto se le puede oponer la sociedad civil organizada, más allá de los credos y los partidos, queremos alcanzar un acuerdo básico para lograr una sociedad sin esclavitud, ni explotación ni narcotráfico. No pensamos que el Estado está ausente. Está presente de modo mafioso. Queremos articular una red antimafia para promover políticas públicas contra la trata y el narcotráfico.
–¿Qué ejemplos tienen en cuenta?
–La idea del congreso es empezar a debatir integralmente estas problemáticas, socializando experiencias de países como Italia, Brasil, España y de países de Asia. Vino Antonio Dell’Olio, coordinador del área internacional la Red Antimafia Italiana Libera, que desde hace más de una década plantean la reincautación estratégica de los bienes de la mafia. También están Xavier Jean Marie Plassat, coordinador en Brasil de la Campaña Nacional de la Comisión Pastoral de la Tierra contra el trabajo esclavo. En el vecino país hay una reciente enmienda constitucional que autorizó a confiscar los bienes de los esclavistas; Doris Lee, militante de derechos humanos y coordinadora de la marca global y libre de trabajo esclavo, No Chains, en Hong Kong.
–¿Qué sectores políticos participan del congreso?
–Participa gente del Partido Obrero, del Frente Amplio Progresista, ligados a Daniel Scioli o al kirchnerismo, como el Movimiento Evita. Son paneles muy amplios.
–¿Cómo influyó el nombramiento de Francisco, con quien tienen una larga relación?
–El impacto ha sido muy bueno. No lleva un mes en el papado y ya logramos clausurar los narcoprostíbulos más importantes y que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires denuncie las marcas más importantes por esclavistas. Con el énfasis que pone Francisco en la lucha contra la trata y la esclavitud, se van a dar las condiciones ideales para visibilizar la problemática. Ahora los gobernantes tienen menos margen para hacerse los tontos.