Desde el Vaticano monseñor Marcelo Sánchez Sorondo participó de una charla con los referentes sindicales de la Multisectorial 21 F. En el día del Medio Ambiente el eje fue la encíclica sobre ecología integral del Papa Francisco llamada Laudato Si.
Pablo Moyano (Camioneros), Pablo Micheli (CTA Autónoma), Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), Sergio Palazzo (Corriente Federal), Gustavo Vera (Alameda) rodearon a monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia de Ciencias y Ciencias Sociales del Vaticano.
En el primer piso de la Biblioteca Eva Perón inició la charla el organizador Gustavo Vera. Se concentró en las coincidencias de Laudato Si con el Proyecto Nacional de Juan D. Perón al “advertir el camino suicida de la humanidad con la destrucción de su casa común sólo por el afán de dinero”.
Luego tomó la palabra Sánchez Sorondo quein aseguró algo muy evidente “no tenemos para irnos a otro planeta. Entonces el cuidado de la casa común incluye a quienes tienen buena o mala voluntad porque todos nos vamos a pique”, y por la encíclica del Papa jesuita y argentino definió monseñor que es “una síntesis de biblia, filosofía, teología, ciencia. Es la razón y fe como ya había definido Juan Pablo II”.
Sin dejar de ir al corazón del trabajo del Papa por el cuidado de la casa común (se recordaba en todo el mundo este martes 5 el Día Mundial del Medio Ambiente) reveló este argentino en el Vaticano desde 1971 “que las presiones de los petroleros fueron fuertísimas contra la encíclica y de los políticos que dependen de las petroleras. Porque el Papa no olvida que es el combustible fósil la principal causa del calentamiento global”.
El primer sindicalista en tomar el micrófono fue el bancario Palazzo. “Las implicas en el trabajo es hablar de la destrucción de la casa común. Porque hoy la excesiva financiación por encima del empleo, nos genera este mundo sin justicia social. Por eso cuando criticamos a este gobierno (por Cambiemos que lidera Mauricio Macri) decimos que es una política de mentiras con cinismo. Dicen que quieren dialogo pero cualquiera que los critica es considerado golpista. Por eso no existe el dialogo son el gobierno de la mentira con cinismo”.
Por su lado Pablo Micheli resaltó su pueblo, Junin, de la provincia de Buenos Aires. “Hubo 15 días de lluvia permanente y esto se ocultó hasta en los medios locales. Luego vino el brote de meningitis. Por eso creo que el movimiento obrero debe discutir el cuidado de la casa común como lo hace con los salarios, tarifazos o la reforma laboral”.
En el publico había muchos delegados sindicales, laicos activos de la iglesia, militantes sociales y hasta el senador nacional Fernando Pino Solanas.
“Nuestras creencias, la comunidad organizada y los gremios son nuestra identidad tan fuerte como puede ser el mate. Porque ningún otro país todavía sostiene un 40 por ciento de los trabajadores sindicalizados. En México, Colombia, Paraguay, Perú casi el sindicalismo no existe. A ese modelo nos quieren llevar. Por eso debemos seguir en este camino de un sindicalismo profundamente político que encare estos debates que hacen a la humanidad”, cerró el diputado nacional y dirigente sindical Hugo Yasky.
El coordinador de la charla antes de pasar el micrófono aportó una definición de unidad y perspectiva a futuro. “El movimiento obrero organizado y el Papa unidos nos aportan la esperanza que necesitamos para luchar por la casa común”, aseveró Vera.
Para el cierre Pablo Moyano detalló la contaminación que provocan en los chóferes de camiones para empresas petroleras, mineras y cerealeras. “Ellos depredan el ambiente a costa de la vida de los trabajadores que se enferman y mueren sin ser ancianos”. Por la coyuntura local Moyano anticipó que va a seguir dando pelea que así como estuvimos con monseñor Oscar Ojea y ahora con Marcelo del Vaticano con este respaldo vamos a pedir el paro si no acceden a cumplir con la suba salarial del 27 por ciento”.
El enviado del Sumo Pontifice cerró con la lectura del último documento que emitió sobre la economía y la crítica a quienes fugan sus ganancias al exterior, a través de las llamadas off-shore.