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El titular de la Alameda, Gustavo Vera, expuso en la Academia Pontificia de Ciencias y Ciencias Sociales del Vaticano respecto a que la esperanza para la humanidad es en la unidad de los creyentes de todas las religiones, los sindicatos y los movimientos sociales. Además hizo un llamado a estudiar los procesos de México, Bolivia y China.
Aquí el discurso completo en un nuevo encuentro de Ética en Acción, un grupo de referentes políticos, religiosos y académicos de todo el mundo:
- Ética en Acción fue un grupo de trabajo que se propuso líneas de acción de acuerdo al Laudato Si (la encíclica socio-ambiental del Papa Francisco) para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de Naciones Unidas y el plan para combatir el cambio climático aprobado en la Cumbre de París. Los objetivos loables de los ODS y del tratado de COP21 llegaron muy tarde a los efectos sociales que la globalización de la indiferencia capitalista había provocado en el mundo e incluso en las fuentes de trabajo de los países más desarrollados.
- Así fue como asistimos a una pérdida de autoridad cada vez más grande de Naciones Unidas que se parece cada vez más a la Sociedad de las Naciones de 1914 y como en medio de esta tercera guerra mundial en cuotas, sus resoluciones son cada vez más abstractas y desobedecidas. Del mismo modo ocurre con el plan propuesto para combatir el cambio climático en el tratado de París que apenas si ha comenzado y ya hay importantes rupturas con el mismo de parte abierta de Estados Unidos y encubierta de Rusia y Arabia Saudita.
- Los ODS realmente son irrealizables sino se reconfiguran las sociedades dejando a un lado al Dios dinero y poniendo a los seres humanos en el centro de la escena para construir sociedades justas, inclusivas y sustentables que garanticen tierra, techo y trabajo como principio de dignidad. También es irrealizable el tratado de Paris en sociedades donde el lucro inmediato está por encima de cualquier consideración ambiental.
- La victoria de Trump en Estados Unidos, la ruptura de Inglaterra de la Unión Europea, la victoria de Bolsonaro en Brasil entre otros fenómenos, abrieron un escenario en el cual crecen los esquemas proteccionistas, racistas y del sálvese quien pueda. En semejante escenario los ODS se convierten en muy nobles intenciones totalmente impracticables.
- En el Laudato Si, el Papa Francisco describe con total claridad los peligros del planeta con el cambio climático, la desforestación, el monocultivo, el uso indiscriminado de pesticidas, transgénicos entre otras prácticas basadas en el lucro que amenazan con destruir la casa común, es decir, la misma existencia del planeta. También nos explica como una sociedad basada en el dios dinero, en el paradigma tecnocrático lo único que genera son millonarios cada vez más millonarios y un ejército cada vez más grande de seres humanos que son descartados, muchos de los cuales migran desesperadamente y muchos son víctimas de trata y de nuevas formas de esclavitud.
- Sin embargo, a pesar del panorama tan oscuro que describe el Laudato, también nos propone formas comunitarias de transformarlo y al final nos da esperanza cuando nos dice que a pesar de todo, el 90 % de la humanidad es creyente de diferentes religiones, pero que tienen el común denominador de buscar la justicia, la verdad, es decir, el bien común y de tener como principio la solidaridad y el amor al prójimo. Claramente la contradicción entre lo que la mayoría cree como valores y principios y el sistema inhumano en el que vive tiene que resolverse mediante la movilización popular. Y en esa movilización, el papel del frente interreligioso estimulando la religiosidad popular para recrear esos valores juega un papel fundamental.
- También juegan un papel crucial la sabiduría milenaria de las culturas originarias que vemos reverdecer con esperanza en países como Bolivia o México, donde el principio de mandar obedeciendo, de predicar con el ejemplo, de restablecer la armonía entre hermanos y con la naturaleza rigen o comienzan a regir los destinos de estos países.
- Es esperanzador que una de las potencias más desarrolladas del planeta, una de las pocas donde la economía es dirigida por la política como China tenga una apertura a ir corrigiendo problemas importantes que tiene como su revisión y transparentamiento de la política de trasplante de órganos, como admitir que no se puede tratar como peones a países menos desarrollados que ellos y que las relaciones internacionales deben regirse por principios de reciprocidad y fraternidad y no de servidumbre. Es auspicioso que vayan aceptando mayores niveles de religiosidad popular sea bajo la forma de taoísmo, de budismo social o de las enseñanzas que dejo el jesuita Mateo Ricci. Claramente China hoy es el país tecnológicamente más desarrollado y no es una concesión al Vaticano que acepte mayor autonomía de la Iglesia. El consumismo desenfrenado que ha desatado el desarrollo de china entre sus clases medias amenaza con desestabilizar al propio régimen político que necesita los valores y principios de las religiones para volver a restablecer criterios humanitarios de convivencia. Es una oportunidad que el Papa Francisco está desarrollando muy bien y que puede ayudar a cambiar el mundo. Pero en esto no tenemos que dejarlo solo.
- Hasta que no tengamos sociedades reformateadas en torno a los seres humanos y no al dinero, el capitalismo seguirá siendo salvaje y despiadado. En el único momento de la historia que el capitalismo se vio obligado a hacer concesiones al pueblo, fue en la época de los estados benefactores. Y fue porque tenían la amenaza de los estados soviéticos, entonces los capitalistas decidieron ceder algo, para no perderlo todo. Una vez desaparecida esa amenaza, volvieron a mostrar su dinámica totalmente inhumana bajo el período de la globalización. Quizás la guerra comercial de China con Estados Unidos, que China acepte cambios respecto a como colaborar en la reducción de los efectos del cambio climático, respecto a como combatir las nuevas formas de esclavitud, que se plantee una mayor tolerancia hacia la religiosidad de su pueblo pueda servir como paraguas para el desarrollo de experiencias como las de Bolivia o México que están formateando profundamente su modelo de sociedad.
- A pesar de las turbulencias y pérdida de autoridad de Naciones Unidas en los últimos años, no obstante algunos de los objetivos de desarrollo sustentable fueron parcialmente puestos en práctica con criterios de solidaridad. Recuerdo el coloquio de más de 80 alcaldes europeos a favor de acoger a los migrantes a pesar de las resistencias de sus gobiernos y muchas de las buenas prácticas que se impulsaron en algunas localidades de Italia, Alemania, España e incluso en la Argentina en San Luis. A pesar que la trata y las nuevas formas de esclavitud siguen siendo uno de los dramas más tremendos de la humanidad, gracias a la predica del Papa Francisco, de esta Academia, del trabajo interreligioso y del trabajo de ética en acción en decenas de países la trata ha sido tipificada como delito de lesa humanidad, se ha comenzado a castigar a proxenetas, esclavistas y clientes, en varios lugares se discute el modelo nórdico o el italiano, el tema está en la agenda de los pueblos. Lo mismo podemos decir del tráfico de órganos que era un tema tabú y sin embargo la academia logró reunir hace poco a casi un centenar de países para reproducir buenas prácticas como las de España o Croacia y generar una apertura de carácter histórico en China. Igualmente podemos mencionar como se ha visibilizado en el mundo la situación de los descartados a partir del trabajo de las emergentes organizaciones sociales que luchan por tierra, techo y trabajo. El histórico discurso del Papa en Bolivia por las tres T, tierra, techo y trabajo se ha transformado en una bandera e inspiración de los movimientos sociales que luchan por una sociedad sin esclavos, ni excluidos.
- Los debates, las reflexiones que se han llevado adelante en la decena de encuentros de ética en acción han generado una base de recomendaciones que son muy buenas para avanzar en la perspectiva de sociedades justas, inclusivas y sustentables. El punto es que no vamos a avanzar desde arriba hacia abajo y menos en una época donde los organismos internacionales están cada vez más devaluados. Como bien nos enseña el Papa Francisco, los procesos serán fructíferos si avanzamos de la periferia al centro y de abajo hacia arriba.
- Ética en acción debe continuar su trabajo incidiendo en el mundo real y para ello es necesario incrementar el consenso interreligioso para trabajar los objetivos de desarrollo sustentables y el cuidado de la casa común desde los valores y principios comunes de la religiosidad popular. Debe desarrollar debates y aprender de procesos como el de México, Bolivia, China y tantos otros estimulando los debates y aprendiendo en lugares donde existan esperanzas de cambio. Debe apoyarse en los sindicatos y en los movimientos sociales como agentes de cambio que van a defender más que nadie la idea de un mundo justo, inclusivo y sustentable porque los trabajadores formales, informales y desocupados son las principales víctimas del capitalismo neoliberal que hoy los degrada y los descarta.
- En la Argentina en el último año se ha constituido un frente multisectorial que hoy reúne a más de 1300 organizaciones de todo el país, que ha debatido un programa colectivamente inspirados en el Laudato Si y que va construyendo ensayos de comunidad organizada de abajo hacia arriba. Dentro de esas multisectoriales los sindicatos, las organizaciones sociales, políticas, vecinales, de medianos y pequeños productores comienzan a reconocerse como hermanos de un destino común y comienzan a detectar que es el mismo sistema basado en el lucro de unos pocos lo que nos ataca a todos por igual.
- La fe no hace que movamos las montañas, pero si permite que las montañas se vayan moviendo solas. Que el 90 % de la humanidad crea en valores y principios basados en la solidaridad, en la hermandad y el bien común y que vivan en un sistema completamente opuesto a estos valores nos tiene que llamar a la reflexión de que el cambio es posible porque está en el corazón de las mayorías, pero será practicó si seguimos las enseñanzas De Francisco, si cultivamos para el servicio a la humanidad el frente interreligioso, si nos apoyamos en las experiencias que construyen los pueblos más esperanzadoras y sobre todo, si vamos de la periferia al centro.