El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, tiene un gran dolor de cabeza que es nada más y nada menor que un olivo. Pero no es cualquiera. Es el retoño del que plantó el Papa Francisco junto a líderes religiosos. Es que ese olivo, enviado a Mendoza desde la Ciudad de Buenos Aires por la Fundación Alameda junto al gremio de Camioneros, hoy encabeza la peregrinación por el agua que ya lleva recorrido casi 300 kilómetros y será plantado este sábado 8 de septiembre en la Plaza Independencia, de la ciudad capital de la provincia.
La iniciativa de los mendocinos que rechazan el sistema de extracción no convencional de petróleo y gas llamado fracking (perforación a tres mil metros de profundidad con agua a presión mezclada con cientos de químicos) fue poner a la cabeza de esta marcha ambiental, el olivo con bendición papal.
“Es más Alfredo Cornejo (gobernador) quiere aprobar el fracking porque esto lo usa para lanzar su candidatura a vicepresidente en el 2019. Esa es su estrategia irse de Mendoza. Es sólo ambición personal no busca el bien común”, aseguró Esteban Servat, científico con diez años de experiencia en Silicon Valley y a que su regreso fue uno de los organizadores de la resistencia ciudadana a la explotación de la tierra con este sistema contaminante y muy riesgoso para una provincia sísmica, que lo prohíbe por ley pero permitida por él gracias a un decreto aunque en proceso de revisión en la Corte provincial.
El peregrinaje partió a pie desde el pueblo Bowen en el departamento de General Alvear, el viernes 17 de agosto, en honor a los ideales de unidad y libertad que sembró el General José de San Martín. Cada persona lleva consigo un poco de tierra de su localidad, y un poco de agua de su rio o acuíferos, y para dentro de dos semanas, el sábado 8 de septiembre toda esa tierra se unirá para plantar el olivo en la plaza Independencia, de la ciudad de Mendoza.
La iglesia católica y su líder en el Vaticano, el Papa Francisco, han dado respaldo a este peregrinaje desde su inicio. A mediados de mayo el obispo titular de la Pastoral Social, recibió en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Jorge Lugones, y allí junto al científico Esteban Servat, uno de los referentes del peregrinaje por el agua, hizo una foto con un cartel “Mendoza sin fracking”.
Mientras que en junio, en el Día Mundial del Ambiente, en una reunión privada monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de Ciencias y Ciencias Sociales, recibió a Servat junto a un referente de la ong internacional 350.org gracias al puente tendido por la organización la Alameda, que lidera Gustavo Vera, el amigo del Papa Francisco.
El nuevo arzobispo mendocino, Marcelo Colombo, en su primera homilía defendió la casa común, como señala la encíclica Laudato Sí, como al agua.
En algunos pueblos los curas locales otorgaron sus bendiciones. Primero partieron de Bowen a General Alvear, y luego a San Rafael donde fueron bendecidos por el obispo de la región sur de Mendoza, Eduardo María Taussig.
En el peregrinaje se sumaron otros líderes religiosos. En Tupungato, el pastor evangélico Rodolfo hizo su bendición y aseguraron su presencia otros pastores para el sábado 8. Desde la comunidad musulmana sumo la bendición de uno de los mas importantes referentes del Islam en nuestro país, Ahmad Casagrande.
La resistencia al fracking es lo que más preocupa al gobernador radical de Mendoza. Alfredo Cornejo (repudiado por los propios correligionarios en una convención por su estrecha alianza con Cambiemos como lo antes lo fue del kirchnerismo) ve crecer la resistencia social al fracking pero anhela superarlo con el ingreso de millones de divisas que prometen las multinacionales petroleras.
El peregrinaje ha sido detenido por la policía en distintas oportunidades pero al notificarse los efectivos que encabeza un olivo bendecido por el Papa permiten su andar. Sin embargo en Villa Atuel hubo una citación al científico Esteban Servat que obligaba a desviar su trayecto.
Mientras que en la localidad de San Carlos han sido detenidos y procesados en el pueblo una docena de activistas por el agua anti-fracking.
Es que el gobernador radical de Mendoza ansia las inversiones que prometen las empresas petroleras internacionales que quieren explorar a 3 mil metros de profundidad en la provincia sísmica con un sistema que perfora en las profundidades de la tierra y justamente por su riesgos para al ambiente y los seres humanos, de hecho prohibida en países desarrollados.
Meses atrás un estudio del Departamento de Irrigación de Mendoza, filtrado a la opinión pública por la ong EcoLeaks, comprobó la contaminación en el agua con las primeras pruebas de fracking.
El agua en la provincia es un bien muy preciado y escaso. Al punto que existe una disputa judicial en la Corte Suprema Nacional con la provincia de La Pampa que reclama más ingreso de agua por el curso del río Athuel.
El tramo final del peregrinaje por el agua es el sábado 8 de septiembre en el centro de la ciudad mendocina.
Tras la plantación del olivo de la paz y los discursos se entregará un petitorio a los legisladores provinciales para sostener la prohibición al fracking.
Como jugada del destino este próximo sábado 8 en la misma ciudad de Mendoza tendrá la cumbre de “sherpas” del G-20, que son los negociadores de los presidentes quienes tendrán un encuentro estratégico en el que negociarán políticas con un enfoque en el impulso del fracking, y omitiendo toda referencia al cambio climático, tal como ocurrió en la pasada reunión del G-20 en la ciudad de Bariloche.
Entonces van a confluir dos grandes fuerzas opuestas en la misma fecha y el mismo lugar: la de las multinacionales extranjeras con el fracking y la del pueblo mendocino movilizado en defensa del agua y de la vida con el olivo papal.