La Cumbre de trabajadores e industriales del transporte internacional sobre Cambio Climático, Tráfico Humano y Nuevas Tecnologías, que se desarrolla en la Academia de Ciencias y Ciencias Sociales del Vaticano, en la Casina Pio IV, entre el lunes 4 y martes 5 de marzo.
Aquí la exposición de Pablo Moyano, vicepresidente de la ITF (Federación de Trabajadores del Transporte Internacional) y secretario adjunto del Sindicato de Camioneros Argentina.
“Primero quiero agradecer a monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, el compañero y amigo de los trabajadores, quien desde el primer día que nos conocimos siempre a disposición de los trabajadores, como el compañero Gustavo Vera uno de los organizadores de este coloquio, también agradezco a marítimos, portuarios, aeronavegantes, ferroviarios que vinieron junto a nosotros desde Argentina. También al Papa que es quien nos permite estar aquí.
Por quienes hablaron antes que yo muy bueno el informe sobre el cambio climático, muy bueno que se habló de las nuevas tecnologías pero se olvidaron de los trabajadores, de sus salarios, y sus condiciones laborales. En nuestro país, Argentina, fue presidente Juan Domingo Perón, quien dignificó a los trabajadores, porque decía que ellos generan la riquezas de los países. Fue Perón quien ya en el año 1951 afirmaba que las consecuencias de las nuevas tecnologías y el consumismo iba a impactar en el ambiente y provocaría cambio climático.
Asimismo quiero recordar las palabras del Papa Francisco al habla del cambio climático y la problemática del medio ambiente “el hombre es un estúpido, un testarudo que no ve. El único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Por eso queremos aprovechar este congreso para ponerle cara a estos testarudos que en su forma voraz de agigantar sus riquezas con los recursos naturales de los pueblo llevan adelante medidas ilícitas cuyo precio es la vida misma del ser humano.
Pasamos a detallar cual es la forma que emplean las multinacionales como Cargill, Bunge, Nidera, Dreyfur, Monsanto, Bayer y toda la cámara empresaria que nuclea la industria aceitera y cerealera del mundo, las cuales utilizan la fumigación a cielo abierto en forma discriminada y sin contemplación alguna de los daños que genera dicha práctica. Es evidente que el mundo crece demograficamente y por ende crece la demanda de alimentos, esto hace que con los venenos tóxicos produzcan efectos irreversibles como cáncer de piel, malformaciones congénitas y abortos prematuros, como así también contaminación de ríos y arroyos.
Todos nos sentimos responsables de combatir estos grandes males que afectan a la humanidad, pero no podemos dejar de denunciar que los grandes grupos económicos que con el fin de agigantar su rentabilidad no guardan consideración del derecho de la salud y a la vida, pero también de gobiernos que admiten pasivamente este accionar, y en vez de garantizar que el uso de la tecnología a servicio del ser humano, resultan complacientes con estos poderes económicos.
Un claro exponente de lo expuesto es el gobierno argentino de derecha que nos ataca, que ni bien inicio su gestión viene favoreciendo económicamente a sectores concentrados como la minería y el agro, pero que al momento de producirse reclamos gremiales contra la flexibilización o reforma laboral que va contra las condiciones salariales y de trabajo en respecto a la salud y el medio ambiente, siempre inclinó el gobierno de Macri la balanza hacia el lado más fuerte, no en favor de los trabajadores. También quieren imponer el mal llamado costo laboral en la logística con los empresarios y gobiernos de derecha que quieren ir contra los trabajadores cuando es el gobierno que debe bajar los impuestos para las empresas, no ir contra los trabajadores.
Nuestro sector especifico, el del transporte de carga por carretera, es consciente de que la reconversión de energía ya sea eólica o baterías solares, se producirá en el mediano plano como consecuencia del avance tecnológico y por una cuestión lógica de preservación del medio ambiente. Cuando hablamos del mediano plazo nos referimos a la readaptación de las fuentes de alimentación para dar respuesta a la demanda del sector teniendo en cuenta las grandes distancias que tiene Argentina, el octavo país en extensión territorial en el mundo.
Destacamos la vital importancia de la realización de esta Cumbre, y que las conclusiones que seguramente se redactaran en un documento de consenso encontraran en quien les habla en su rol de vicepresidente de ITF y en representación de los gremios del transporte fieles custodios para llevar adelante los objetivos seguramente propondremos”.
Al concluir Moyano tomó la palabra el coordinador de la cumbre, monseñor Sánchez Sorondo, que agradeció “a Pablo por hacer posible este coloquio y por sus palabras que se concentraron especialmente en los trabajadores”.