Nadie se salva solo. Salimos adelante en Comunidad y con el prójimo.

* Por Gustavo Vera

Los comités de crisis deben ser el cimiento de la Comunidad Organizada

“La comunidad organizada debe conformarse a través de una conducción centralizada en el nivel superior del gobierno, donde nadie discute otro derecho que el de sacrificarse por el pueblo; una ejecución descentralizada y un pueblo libremente organizado en la forma que resulte más conveniente a los fines perseguidos”. (Perón 1974)

  • La evolución de la pandemia ha profundizado la crisis del sistema capitalista globalizado, basado en el consumismo desenfrenado, el paradigma tecnocrático y el descarte. Sobre esta crisis maduran las condiciones en Argentina para avanzar hacia la comunidad organizada que pensó Perón con sus tres ideas fuerza: a) Conciencia comunitaria: el individuo solo se realizará en una comunidad que se realiza y su destino está directamente vinculado al de su comunidad; b) El sujeto del desarrollo de la comunidad es el pueblo organizado autónomamente e interactuando en democracia participativa con el Estado. No es el individuo egoísta (liberal) ni el sujeto pasivo colectivista; c) La comunidad organizada como nuevo proyecto de civilización humana donde interactúan la libertad y la necesidad es superador del individualismo deshumanizado y del colectivismo asfixiante y nos retorna a las raíces de las comunidades primitivas cristianas en un plano cualitativamente superior.

 

  • El rumbo correcto que adoptó nuestro presidente en la crisis, priorizando la vida por encima del mercado, la salud colectiva por encima del interés privado; el cuidado de todos los argentinos y argentinas evitando cualquier descarte, ha logrado reunir el apoyo de la gran mayoría de la población, a pesar de los grandes sacrificios económicos. Sin embargo, existe una contradicción entre los correctos lineamientos generales impartidos desde presidencia y la lenta, torpe y/o deformada ejecución de esos lineamientos en el terreno práctico. El actual aparato estatal, diezmado por el gobierno anterior y con altas dosis de burocracia, maraña de normas y hasta de focos de corrupción, se muestra ineficaz a la hora de materializar las decisiones del poder central. Esta contradicción al compás de la profundización de la crisis económica, amenaza en su devenir con minar la autoridad presidencial.
  • La forma rápida de superar esa contradicción es avanzar hacia la unidad de los argentinos mediante una conducción centralizada y una ejecución descentralizada en la que se convoque a participar ampliamente a las organizaciones libres del pueblo. Dar paso hacia una democracia social basada en comunidades organizadas en las que interactúe el Estado y las organizaciones de la sociedad civil en todos y cada uno de los municipios de Usuahia a la Quiaca.

 

  • Los Comités de Crisis (o de emergencia) pueden ser la oportunidad de sentar los cimientos de esa comunidad organizada. Convocando desde cada municipio a los cultos religiosos, los sindicatos, las organizaciones sociales, las pymes, los concejales del oficialismo y la oposición y toda organización representativa de la comunidad con el objetivo de contener a la población en medio de la crisis, ejecutar creativamente los lineamientos generales en cada contexto determinado y en base a buenas prácticas que se vayan desarrollando, socializar la experiencia para generar efecto contagio y dar mayor sabiduría al poder central a la hora de enderezar las decisiones.

 

  • Las tareas de esos comités las marca la misma crisis: a) controlar el uso eficaz y transparente de los fondos nacionales priorizando lo más urgente; b) la distribución de alimentos regular donde haga falta; c) el empadronamiento de argentino/as no bancarizados para que tengan acceso a los beneficios sociales; d) la red de voluntarios para asistir a los adultos mayores; e) el relevamiento de insumos y medicamentos indispensables; f) el reordenamiento productivo hacia las necesidades esenciales; g) la información veraz y conjunta de prevención y ejecución de medidas llevando certeza a los vecino/as, entre otras tantas medidas.
  • Las grandes crisis engendran grandes oportunidades. Como señalaba Perón, las políticas públicas que durante décadas caracterizaron a los Estados benefactores europeos fueron construidas desde la crisis y las cenizas de la guerra, uniendo a todos los sectores. Las grandes crisis generan condiciones extraordinarias para avanzar en la unidad nacional y es indispensable que todos y cada uno de los argentinos sienta que es parte de esa unidad y de esa reconstrucción. Los Comités de Crisis en cada municipio pueden ser el eje vertebrador de la interacción creativa del Estado y las organizaciones libres del pueblo, de las medidas adoptadas desde el poder central y la ejecución eficaz y descentralizada. Esa interacción de gobierno y comunidad organizada es una fuente permanente de sabiduría que se va perfeccionando en la interacción.

 

  • Para ello es indispensable que cada intendente convoque a estos comités de crisis con espíritu amplio y democrático. No se trata de reemplazar el poder que ejerce democráticamente cada intendente, sino que a la hora de adoptar decisiones tenga el consejo y consenso sabio de las organizaciones vivas de su comunidad.

 

  • Todos somos buenos, pero si nos controlamos somos mejores. Nadie se realiza en una comunidad que no se realiza. Bajo estos preceptos, si nos ponemos a organizar comités de crisis en todos los municipios, podremos ser más eficaces, estar más unidos y atravesar las tormentas que vienen con espíritu patriótico y humanista.

 

Titular de la Alameda y coordinador del Frente Multisectorial 21F

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