Costureras en el Polo

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) está vaciando la única política pública con salida laboral para víctimas de trata y trabajo esclavo. Ejemplo para el mundo hoy se encuentra a pasos del cierre.

Este lunes 6 de mayo, por primera vez, cerró sus puertas tras una década de vida el Centro Demostrativo de Indumentaria (CDI), más conocido como Polo Textil, ubicado en el barrio porteño de Barracas. No pudieron trabajar los costureros que conformados en cooperativas salieron de talleres clandestinos o fueron despedidos de fábricas.

Los costureros no se quedaron de brazos cruzados esperando ver que peligra su fuente laboral, y la única política pública del Estado nacional y porteño con salida laboral para las víctimas de trata y trabajo esclavo. Una comitiva fue este lunes 6, a la sede central del INTI en av. General Paz y Constituyentes. Allí dejaron una nota al presidente del INTI, Javier Ibañéz. Hoy, martes 7 de mayo, por la mañana, se hizo presente Ibañez en el Polo Textil. Pero no dejó certezas de solución. Es más el Polo se encuentra formalmente fuera de la estructura del INTI y hoy destina un solo empleado, por ello que desde las cooperativas textiles señalamos que es un vaciamiento con destino en cierre.

Comitiva de costureros en el INTI

Ezequiel Conde, de la cooperativa de la Alameda, señaló que “desde la ‘reestructuración’ de las nuevas autoridades del organismo, el Polo Textil, no está dentro de la estructura formal del mismo, y hoy cuenta solo con un empleado, cuando hasta hace un mes eran cuatro, que cumplían distintas funciones relacionadas con el acompañamiento y asesoramiento de las cooperativas, así como también el canal de entrada de proveedores y clientes, el mantenimiento de las maquinarias, y la relación con otros organismos. Pero claro en un contexto donde hubo más de 256 despidos en el INTI, entre ellos nuestro compañero Néstor Escudero delegado gremial y con funciones en el Polo, es que entendemos que ahora vienen por el cierre definitivo”.

El Polo Textil funciona desde el año 2009 y nació como iniciativa de la Fundación  Alameda, después del fallo del juez federal, Sergio Torres (hoy miembro de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires), que por primera vez incauta bienes a los esclavistas textiles para destinarlos a la reutilización social en mano de las víctimas.

El INTI comandado en ese momento por el ingeniero Enrique Martínez y la Corporación del Sur (entidad del Gobierno porteño) fueron los organismos por los cuales se articuló la creación del Polo Textil con las maquinarias incautadas a los esclavistas, y con el fin de tener una primera iniciativa de reinserción laboral digna de las víctimas.

EJEMPLO A NIVEL INTERNACIONAL

El día de la inauguración del Polo estuvieron presentes funcionarios de la embajada de Estados Unidos y Venezuela, la titular entonces de la Defensoría del Pueblo porteña, Alicia Pierini, además de varios dirigentes y funcionarios de distintas áreas nacionales y de la Ciudad.

A lo largo de estos diez años el Polo tuvo visitas, en cuatro oportunidades con más precisión, de diplomáticos estadounidenses, a su vez es una experiencia destacada como positiva por otros Estados como en coloquios internacionales en defensa de derechos humanos o en encuentros jurídicos donde se destaca el fallo del juez Torres como jurisprudencia en beneficio del bien común y a la vez el combate al crimen organizado.

A su vez diversos medios de comunicación nacional e internacional han registrado al Polo como una iniciativa positiva para la sociedad.

Entrada al Polo

Sin embargo, el lobby de las grandes marcas hizo que el Estado deje aislado al Polo Textil sin acompañamiento en términos de mejores recursos, planificaciones y relación interdisciplinaria para que sea un verdadero puente para que las víctimas del trabajo esclavo tengan la oportunidad de tener un trabajo digno.

No sólo vacían el Polo Textil, sólo en la Ciudad de Buenos Aires tenemos la triste cifra de más de 10 niños carbonizados en talleres clandestinos, la última muerte en diciembre una chica de 11 años, y esto es solo contando los casos que llegaron a tener alguna cobertura mediática, los que no llegaron a ser noticia murieron en el olvido de un Estado que no le interesa los trabajadores ni los niños, solo protege y garantiza el lucro de las grandes marcas de ropa, y hoy embate de nuevo contra la única política pública, en vez de replicarla.

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