Los trabajadores delegados en distintas empresas y dirigentes del gremio de la pauperrizada industria lechera matearon y cenaron en la sede de la Alameda.

La industria lechera está en un momento bisagra. Los trabajadores delegados en distintas empresas instaladas en la provincia de Buenos Aires viven los embastes de las patronales, el gobierno de Macri y la conducción del gremio de Capital Federal de ATILRA, que hoy se encuentra rehén de sus propios malos manejos.

El viernes 19 circularon los mates en la sede de la Alameda, en el barrio porteño de Parque Avellaneda. En la ronda de los verdes amargos fue el titular de la Alameda quien inició el diálogo. Gustavo Vera hizo hincapié en un contexto internacional, nacional y el panorama del movimiento obrero frente al panorama que se complica aún con el desembarco despiadado de la aplicación de las nuevas tecnologías.

“Tenemos que ir a organismos estilo Consejo de Seguridad pero para la aplicación de las nuevas tecnologías donde este sentado el Estado, los trabajadores y empresarios, y que entre los tres sectores si no se está de acuerdo no se aplica una nueva tecnología, porque hoy hacerlo sin control lleva a mecanismos masivos de trabajadores, que sean solo descarte, desocupados, por eso el eje debe ser preservar el bien común”, afirmó Vera.

Quienes escuchaban eran los miembros de las comisiones internas de las empresas Danone, La Serenísima, Ilolay y Sancor, todas agrupadas en la seccional Capital Federal del gremio ATILRA.

Le tocó exponer a Ximena Rattoni, secretaria adjunta del gremio del Gas miembro de la CTA-A y la Alameda, explicar el rol de la Multisectorial 21 F.

Por su lado, Cristian Oliva de la comisión interna de La Serenísima y comisión directiva de ATILRA, agradeció a la Alameda por el recibimiento y contó la crítica situación de la industria lechera y las perspectivas de la lucha gremial “que se está produciendo en unidad con otras empresas del sector”.

Luego vino la ronda de opiniones de cada trabajador, mucho de ellos delegados jóvenes, que estrenan su participación gremial.
En el caso de Danone el proceso del triunfo de la comisión interna por encima de la conducción local de ATILRA fue posible por la máxima unidad y solidaridad entre los trabajadores en la planta y entendiendo que se viene un tiempo muy complicado contra sus derechos.

Muchos delegados hablaron que hoy viven la esperanza de la recuperación de la conducción de ATILRA Capital por la fuerzas que están ganando las comisiones internas, frente a una conducción doblegada ante Mauricio Macri y sin tener ninguna apoyatura, al nivel que no integran ninguna central de trabajadores.

La formación fueron otro de los puntos en común de cada uno de los trabajadores. Vera habló de la doctrina peronista actualizada con la encíclica Laudato Si (Alabado Seas), del Papa Francisco.

Los delegados de la empresa Sancor evidenciaron el proceso de vaciamiento de la empresa ante la conducción nacional de ATILRA que sigue quitando los aportes de los laburantes, y particularmente que el secretario general se lleva la parte administrativa a su empresa en la localidad de Sunchales, en la provincia de Santa Fé, profundizando aun mas el vaciamiento, y no presta ninguna asistencia a los trabajadores bonaerenses.

A la hora de la cena y ya para la conclusión del encuentro los delegados se comprometieron a colaborar en todo lo que necesite la Alameda, mientras que Gustavo Vera con Ximena Rattoni se comprometieron a la formación y profundizar el trabajo gremial con la comunidad barrial en cada empresa, porque es clave profundizar los lazos de solidaridad con la comunidad.

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