Nelson Sanchez Anterino, con su tía y Sofía Verón su testaferro

El empresario textil dueño de la ex marca SOHO, Nelson Sánchez Anterino, por defraudación al vaciar la empresa y se encuentra a meses de juicio oral.

El dueño de la marca de ropa SOHO fue procesado con confirmación en segunda instancia por lo que queda a meses del juicio oral. Nelson Sánchez Anterino y su testaferro, Sofía Verón, quedaron a un paso del juicio oral por trasvasamiento ilegitimo de activos, mismo modus operandi en las antiguas sociedades, facturas apócrifas, cheques truchos, y algunos delitos más, que llevaron al juzgado nacional en lo Criminal y Correccional N° 31, su titular Yamile Susana Bernan,  a tomar esta decisión y confirmado por la cámara de apelaciones.

Los trabajadores de la ex empresa SOHO junto a la Fundación Alameda fueron los que, frente a maniobras espurias de vaciamiento, radicaron la denunciar en el año 2012 por la que termina procesado el empresario y su lugarteniente.

La Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional (que integran Alberto Seijas, Alberto Gonzalez y la pro-secretaria Paula Fuertes) reconoció en su fallo que desde el año 1991 hasta la fecha el modus operandi de S fue fraudulento.

Lamentablemente el Juzgado Comercial Nº 18, Valeria Pérez Casado, que llevo adelante la quiebra de la empresa de Anterino, no hizo extensible la quiebra personal, desvinculándolo de todo el proceso, mas allá de las pruebas acumuladas, dejando fuera del patrimonio de a la fallida, autos, departamentos y principalmente el edificio donde funcionaba la marca SOHO, que era de propiedad del mismo Anterino. La resolución de la jueza Bernan tendría que hacer rever esta situación adoptada en lo comercial.

El prontuario de Nelson Sánchez Anterino es de larga data. Uno de sus delitos más llamativos son los depósitos de dinero que recibía por parte de agropecuarias ligadas al lavado de dinero y luego derivadas a financieras ilegales de Guillermo Greppi.

Millones y millones de pesos sin ningún tipo de explicación ni factura, tanto de la entrada como de la salida de ese dinero. Esta causa está radicada en el Juzgado de Luis Rodríguez, pero el magistrado nos rechazó como querellantes sin considerar que el desvió de esos dineros afecto directamente a la quiebra y la pérdida de cientos de puestos de trabajo.

Desde relaciones con narco-prostíbulos, utilización de talleres clandestinos (escándalo con el juez Oyarbide por salvar a Anterino aduciendo que los talleres clandestinos se autoexplotaban por una cuestión cultural), autos de alta gama con licencia diplomática escondidos en galpones a nombre de la empresa quebrada, vaciamiento y quiebras fraudulentas, cheques truchos, facturas apócrifas y utilización de cientos de testaferros para esconder patrimonios.

La causa de estafa y vaciamiento será seguida muy de cerca por parte de la querella y el patrocinio de la fundación Alameda, ya que, de llegar a una condena, dejará un precedente importante en este contexto donde muchos empresarios están quebrando fraudulentamente y dejando a los trabajadores estafados y en la calle.

 

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