Continuando el trabajo entre la Fundación Alameda y el Municipio de Ramallo, en la Provincia de Buenos Aires, realizamos una serie de encuentros en formato taller, destinado a estudiantes de escuelas secundarias.
La pandemia de Covid-19 trajo múltiples consecuencias a nuestra vida cotidiana que persisten hasta nuestros días, una de ellas fue aumentar la cantidad de horas que pasamos a través de distintas plataformas virtuales, lo que actualmente se conoce como entornos virtuales, en donde desarrollamos actividades tales como trabajar, estudiar, informarnos o comunicarnos con nuestros seres queridos.
Las redes de trata de personas, tanto laboral como sexual, también mutaron de forma acelerada al ámbito virtual. Hoy en día, cualquier de las etapas del delito, sea el ofrecimiento, la captación, el traslado, la acogida y la explotación, pueden desarrollarse a través de la virtualidad. Este fenómeno nos desafía a pensar y modificar las estrategias de prevención y detección, teniendo en cuesta especialmente a los sectores más vulnerables.
En este sentido, desde la Fundación Alameda y la Municipalidad de Ramallo, estamos realizando acciones que tienen como destinatarios a los y las adolescentes de escuelas secundarias, articulando la organización de actividades de prevención junto al área de género y diversidad y la secretaría de seguridad del municipio.
El viernes pasado realizamos un nuevo encuentro, en esta oportunidad en la Escuela de Educación Secundaria 3 “Dr. Raúl Alfonsín”, tanto con turno mañana y tarde, abarcando a todos los cursos del secundario.
En los distintos bloques en los que se desarrolló el taller de sensibilización y concientización, hubo espacio para abordar tanto la trata de personas y la virtualidad, como el grooming y la ludopatía a través de las apuestas on line, un problema que crece al calor de las cada vez más difundidas aplicaciones y sitios para apuestas.
También se hizo hincapié en la captación a través de redes sociales, y cuestiones a considerar cuando se reciben supuestas ofertas de trabajo, estudio o modelaje, detallando las líneas de denuncia y los recursos con los que se puede contar frente a una potencial situación de riesgo.
Finalmente, hubo un espacio de intercambio en el que los y las jóvenes aportaron sus experiencias, reflexiones y dudas.